Patones de Arriba, Madrid

Patones de Arriba, Madrid

¿Quieres escapar del ruido de la ciudad y sumergirte en un lugar mágico donde el tiempo se ha detenido? A solo 60 kilómetros al noreste de Madrid se esconde Patones de Arriba, un pequeño pueblo incrustado en lo alto de un barranco, en una brecha de la cordillera. Este lugar ha resistido incólume los embates del tiempo, aislado del resto del mundo e incluso gobernado por su propio “rey” (una suerte de alcaldía hereditaria) hasta el siglo XVIII. El resultado es un lugar que representa como ninguno la “arquitectura negra” de la región, con sus sinuosas calles y casas rurales de pizarra.

¿Cómo llegar a Patones de Arriba?

El pueblo está situado en el Valle del Jarama, frontera natural entre la Comunidad de Madrid y Guadalajara, y se puede llegar en coche o en autobús desde Madrid. También es posible llegar en bicicleta si se desea hacer una ruta más activa. Una vez en el pueblo, se pueden alquilar bicicletas para recorrer sus calles y descubrir sus rincones.

¿Qué ofrece Patones de Arriba?

En las últimas décadas, la mayoría de sus vecinos bajaron a vivir a Patones de Abajo, creado en los años 40, por lo que el pueblo antiguo ha quedado como un lugar dedicado al turismo y se ha llenado de casas rurales, restaurantes, tiendas ecológicas, de artesanía, y talleres de diversos trabajos manuales. Es ideal para desconectar en una escapada de fin de semana, y los urbanitas bohemios que han decidido dejar la ciudad atrás para siempre son los mejores anfitriones.

¿Cuál es su historia?

A pesar de su tamaño, este lugar esconde una rica historia que se remonta a la época de la invasión árabe de la Península ibérica. Durante esos siglos, algunas gentes del llano buscaron refugio en este escarpado enclave, dando origen a la aislada población que conocemos hoy en día.

Desde el siglo XVI, Patones de Arriba ha sido gobernado por un rey-alcalde cuyo cargo era hereditario. Esta figura es mencionada en los escritos del historiador y viajero Antonio Ponz en el siglo XVII. El nombre de la localidad proviene del apellido que tenían sus fundadores, Patón. Estos vecinos contribuyeron en la primera mitad del siglo XVI a la reparación de un puente sobre el río Jarama.

En 1769, el rey Carlos III otorgó la independencia a Patones de Arriba. Desde entonces, el pueblo ha sido gobernado por un alcalde, en lugar de un rey. Una leyenda cuenta que durante la Guerra de Independencia española, el pueblo no se vio afectado por los enfrentamientos. Al parecer esto es debido a su posición estratégica y construcciones oscuras, que les permitieron camuflarse con la piedra de la montaña circundante. Sin embargo, los archivos municipales desmienten esta leyenda, ya que quedó constancia de que el pueblo pagó tributos a los franceses.

Tras la Guerra Civil, los residentes comenzaron a asentarse en el valle a orillas del río Jarama, fundando en 1940 el vecino pueblo de Patones de Abajo. A pesar de esto, Patones de Arriba se ha mantenido prácticamente intacto a lo largo de los años, y hoy en día, es un lugar ideal para desconectar y sumergirse en la historia de una comunidad que ha resistido los embates del tiempo.

Galería de fotos de Patones de Arriba

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