Chez Matisse en CaixaForum Madrid: guía esencial

Chez Matisse en CaixaForum Madrid: guía esencial

Chez Matisse abre en CaixaForum Madrid el 29 de octubre de 2025 y convierte el Paseo del Prado en una fiesta del color. La exposición, en colaboración con el Pompidou, reúne cerca de un centenar de piezas y se podrá visitar hasta el 22 de febrero de 2026. Además, la entrada cuesta 6 euros y es gratuita para clientes de CaixaBank y menores de 16. Por eso, si te gusta el arte moderno, conviene planificar bien la visita y reservar tiempo.

Qué es Chez Matisse y por qué ahora

La muestra Chez Matisse. El legado de una nueva pintura es una panorámica ambiciosa de la obra y la influencia de Henri Matisse a lo largo del siglo XX y los inicios del XXI. Está comisariada por Aurélie Verdier y se articula en ocho ámbitos que siguen su evolución, desde el estallido fauvista hasta los célebres gouaches recortados de su última etapa. Así, el recorrido facilita entradas temáticas claras y, a la vez, propone saltos de época para entender su eco en otros artistas.

El contexto ayuda a explicar su llegada: el Centre Pompidou, en plena renovación integral, ha desplegado préstamos excepcionales. Gracias a ello, la exposición reúne 46 obras de Matisse junto a 49 piezas de otros creadores que dialogan con su lenguaje. Por tanto, no se trata de un monográfico al uso, sino de una conversación abierta que muestra cómo su manera de pensar el color, el espacio y la línea transformó la pintura moderna y repercutió en generaciones posteriores.

Además, el proyecto aterriza en un espacio especialmente preparado para visitas atentas y didácticas. Hay actividades paralelas, visitas comentadas y un servicio de educadores en sala en franjas de mañana y tarde. Por eso, es una oportunidad doble: ver obras maestras pocas veces reunidas en Madrid y, al mismo tiempo, entender con calma por qué Matisse sigue influyendo en la cultura visual contemporánea. Después, la muestra viajará a otra sede de la red.

Chez Matisse y el color como idea moderna

Desde el inicio, Chez Matisse coloca el color en el centro. No como adorno, sino como forma de conocimiento y placer visual. Por ejemplo, obras como Lujo, calma y voluptuosidad o Interior con pecera condensan su apuesta: paletas encendidas, ritmos planos y una estructura del cuadro que funciona casi como música. Así, la pintura deja de representar fielmente la realidad y empieza a construirla de nuevo desde el ojo, la memoria y la emoción.

Sin embargo, el color en Matisse no llega solo; convive con una línea segura y flexible que abre puertas a otros medios. En Figura decorativa sobre fondo ornamental la superficie vibra y el patrón ornamental se vuelve arquitectura. Más tarde, en Le Rêve, el trazo sintetiza gestos y reposo. Por eso, cada sala de la exposición invita a mirar despacio y a comparar decisiones formales. Además, los paneles de sala explican referencias y conexiones sin abrumar.

La exposición también mira su libertad final con los gouaches recortados. Es clave entender que la tijera no es un atajo, sino otra manera de pintar con papel. En paralelo, el montaje hace convivir estas piezas con respuestas contemporáneas, lo que permite ver cómo la lección cromática de Matisse impactó en disciplinas como el diseño, la arquitectura o la gráfica. En resumen, el color funciona aquí como método y como ética de trabajo.

Obras clave en Chez Matisse y diálogos contemporáneos

Una de las virtudes de Chez Matisse es el diálogo. Verás piezas de Matisse junto a obras de artistas como Picasso, Braque, Sonia Delaunay, Le Corbusier, Natalia Goncharova o Daniel Buren. Por eso, el recorrido ayuda a situar sus hallazgos frente a otras búsquedas. En Paisaje con disco, de Robert Delaunay, el color se convierte en arquitectura de círculos. En cambio, en Metamorfosis del violín, de Le Corbusier, el rigor geométrico roza la música.

Entre las obras de Matisse, Marguerite con gato negro revela su atención a la figura y a los interiores. Interior con pecera propone un teatro silencioso de rojos y verdes. Y Figura decorativa sobre fondo ornamental vuelve plano el espacio para que el motivo respire. Asimismo, la presencia de Lujo, calma y voluptuosidad sitúa el arranque de su modernidad: un paisaje sintetizado, casi abstracto, que reclama mirar el cuadro como superficie activa.

Además, el montaje destaca cómo otros artistas recogieron ese testigo. Buren, con sus franjas, reduce la pintura a sistema; Goncharova explora un primitivismo elegante; y Delaunay amplía la paleta hacia el movimiento. De este modo, la muestra funciona como un mapa de influencias. Por tanto, quien venga con curiosidad verá conexiones claras entre la sala y la calle: diseño gráfico, señalética, moda o interiorismo dialogan hoy con esas mismas estrategias formales.

Visita práctica: horarios, entradas y ubicación

Conviene ir al grano para organizar la visita sin sorpresas. CaixaForum Madrid está en el corazón del Triángulo del Arte, frente al Jardín Botánico, y su programación permite encadenar planes culturales en una misma jornada. Además, el centro ofrece visitas comentadas, cafés tertulia y un servicio de educadores en sala. A continuación, los datos claves para no perderse y aprovechar mejor el tiempo.

  • Fechas: del 29 de octubre de 2025 al 22 de febrero de 2026.
  • Dirección: Paseo del Prado, 36, 28014 Madrid.
  • Horario del centro: de lunes a domingo y festivos, de 10:00 a 20:00.
  • Entrada general: 6 €. Gratis para clientes de CaixaBank y menores de 16.
  • Una única entrada da acceso a todas las exposiciones vigentes.
  • Información: 91 330 73 00. Reservas y grupos: 917 879 606.
  • Servicios en sala: educadores disponibles de 11:30 a 13:30 y de 17:30 a 19:30.
  • Actividades: visitas comentadas, café y tertulia, y propuestas familiares durante todo el periodo expositivo.

Consejo práctico: compra la entrada con antelación en los días de mayor afluencia. Además, planifica un margen para las salas temáticas y el área de mediación. Por último, recuerda que el acceso es cómodo y sin barreras, y que la tienda-librería ofrece catálogos y publicaciones útiles para continuar la experiencia en casa.

Arquitectura: un icono de Herzog & de Meuron en el Paseo del Prado

Visitar la exposición es también una excusa excelente para disfrutar del edificio. CaixaForum Madrid ocupa la antigua Central Eléctrica del Mediodía, rehabilitada por Herzog & de Meuron. Su gesto más célebre eleva el volumen principal sobre una plaza cubierta, con ladrillo visto y un remate de acero corten que parece levitar. Así, el centro dialoga con el barrio y genera un umbral urbano perfecto para encuentros y eventos.

Junto a la entrada, el jardín vertical diseñado por Patrick Blanc añade una nota botánica y fotogénica. Con cientos de especies y una técnica de cultivo hidropónico, la medianera se convierte en paisaje vivo. Además, el interior alberga salas flexibles, un auditorio y una escalera escultórica que conecta niveles como una espiral contemporánea. Por eso, combinar arquitectura y exposición multiplica la visita, especialmente si vienes con ganas de observar detalles.

Además, el edificio se integra en una ruta ideal por el Triángulo del Arte. Puedes enlazar el recorrido de Chez Matisse con una parada breve en el Botánico o con una visita posterior al Prado o al Thyssen. Por tanto, si dispones de una mañana completa, es fácil diseñar un itinerario compacto, cómodo y muy sugerente a pie. La zona, además, está bien conectada con transporte público.

Chez Matisse, una cita para ver, comparar y aprender

Más allá de la emoción cromática, Chez Matisse propone un método: mirar, comparar y aprender. Primero, reconocer cómo Matisse simplifica formas sin perder intensidad. Después, observar cómo otros artistas toman su impulso y lo reescriben. Además, los textos de sala y las actividades acompañan sin distraer. Por eso, tanto si eres habitual de museos como si empiezas ahora, la muestra ofrece un aprendizaje claro y placentero.

También conviene recordar que el cierre temporal del Pompidou ha propiciado préstamos generosos. Este contexto convierte la exposición en un acontecimiento poco frecuente en Madrid. En consecuencia, ver juntas obras clave de Matisse y piezas de artistas afines permite calibrar su legado en tiempo real. Y, por supuesto, confirma algo esencial: el color, bien pensado, cambia la manera de mirar el mundo y de vivir los espacios.

Si te animas a volver, el recorrido admite segundas lecturas. Además, el catálogo de la exposición es un buen aliado para profundizar en procesos y cronologías. Finalmente, una recomendación sencilla: visita con calma las salas donde el patrón decorativo se encuentra con la figura. Allí, la idea de plano se hace palpable y, por tanto, se entiende por qué Matisse sigue siendo un referente para arquitectos, diseñadores y artistas actuales.

Galería de fotos

Abre bien los ojos y déjate llevar: aquí empieza el viaje en imágenes.

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