hand roll bar de Chamberí: MYO, plan top a dos turnos

hand roll bar de Chamberí: MYO, plan top a dos turnos

hand roll bar de Chamberí es el plan que muchos jóvenes profesionales ya han incorporado a su rutina. A mediodía y por la tarde, MYO concentra una pequeña liturgia: barra, ritmo y temakis hechos al momento. El local está en García de Paredes 63 y destaca por su formato directo, sin fuegos artificiales, donde la técnica se toca con la mano. Además, la propuesta se adapta al día y la noche, por eso resulta fácil encajarla entre reuniones, recados o un afterwork breve pero sabroso.

Qué es un hand roll bar de Chamberí y por qué engancha

Un hand roll bar funciona alrededor de una barra, con el itamae preparando cada temaki frente al comensal. Así, el alga nori llega crujiente, el arroz mantiene su punto y el bocado conserva temperatura, textura y aroma. En MYO, ese formato japonés se mezcla con la sociabilidad castiza de la barra madrileña. Además, la experiencia es ágil: comes con las manos y conversas sin interrupciones. Por eso engancha tanto a quien dispone de una hora de descanso como a quien busca un picoteo nocturno de alto nivel. En Chamberí, este concepto encaja como un guante: barrio caminable, vecinos curiosos y cultura de barra muy viva. En consecuencia, la visita se convierte en un pequeño ritual urbano que apetece repetir. Y sí, el hand roll bar de Chamberí se ha hecho fuerte gracias a esa combinación entre técnica, producto y un servicio que fluye de principio a fin.

MYO: dirección, barra y diseño del hand roll bar de Chamberí

MYO ocupa un local en la calle García de Paredes 63, en pleno Chamberí. La barra manda, literalmente: todo sucede alrededor de ella, desde el corte del pescado hasta el enrollado final del temaki. El interior lo firma Estudio Plutarco, que ha planteado un espacio que cambia de energía según la hora. De día, la luz realza los materiales y hace que el servicio sea muy funcional. Por la noche, la iluminación baja, la música gana pulso y la experiencia se vuelve más social. Además, los reflejos metálicos y los volúmenes limpios ayudan a que el recorrido sea fluido, sin cuellos de botella. Este diseño no es puro decorativismo: ordena el trabajo de cocina, favorece el tiempo justo del alga y acerca al cliente al gesto del cocinero. Así, el hand roll bar de Chamberí mantiene su promesa principal: comer bien y a buen ritmo, en un entorno que entiende el día a día de la ciudad.

La cocina de Álvar Fernández: técnica japonesa con acento madrileño

La carta la dirige Álvar Fernández, antiguo segundo de cocina en un templo japonés muy querido en Madrid. Aquí traslada parte de la filosofía omakase a un formato más flexible, sin perder precisión. Además, el recetario conversa con referencias locales. Por ejemplo, la sopa miso de cocido guiña un ojo a la tradición madrileña. También aparecen unos soba “carbonara” con toro, yema curada y Grana Padano que, aunque suenen italianos, respetan la lógica de equilibrio del umami. Entre los temakis protagonistas destacan la lubina con grasa de vaca, potente pero afinada, o el atún con tomate y regañás, que recuerda a la tostada andaluza en clave nipona. El resultado es una barra que piensa en japonés y come en español. El ticket medio ronda los 50 euros, por lo que conviene seleccionar bien: empieza con un entrante cálido, sigue con dos o tres rolls y remata con algo fresco. Así, el hand roll bar de Chamberí ofrece una secuencia breve, sabrosa y eficaz.

Ritmo day & night en el hand roll bar de Chamberí

El concepto “Day & Night” se nota en mesa y en barra. Al mediodía, MYO se comporta como un kiosco de precisión: piezas al minuto y una sucesión de bocados que salen en el orden lógico para disfrutarlos crujientes. Por la tarde-noche, el ambiente se transforma y entra la coctelería en grifo, diseñada para acompañar sin entorpecer el pase. Además, propuestas como un Matcha Mule o un sake al pomelo funcionan muy bien con la grasa noble del pescado azul. La clave está en la agilidad: el servicio fluye, las mezclas están calibradas y la barra sigue mandando. En consecuencia, puedes encajar la visita antes de una obra de teatro o después de una reunión intensa. Incluso, si te quedas con hambre, pides una pieza más y listo. Este ritmo sostenido explica por qué el hand roll bar de Chamberí suma adeptos a diario: mantiene la frescura del producto y respeta tu tiempo, que en Madrid es oro puro.

Cómo organizar tu visita al hand roll bar de Chamberí y qué hay alrededor

En MYO suele formarse cola a las horas de cambio de turno, tanto al mediodía como por la tarde. Por eso conviene llegar unos minutos antes, especialmente si vas en pareja o con amigos. Además, piensa la comanda de forma escalonada: un entrante, dos temakis y, si apetece, uno extra. Así no pierdes el punto crujiente. El entorno ayuda a redondear el plan. A pocos pasos tienes el Mercado de Vallehermoso, perfecto para continuar la charla; la Plaza de Olavide, ideal para un paseo corto; y el Museo Sorolla, que siempre merece otra visita. También puedes enlazar con Ponzano si te apetece seguir de barra en barra. En cualquier caso, no alargues la sobremesa más de la cuenta: la gracia aquí está en el movimiento. En resumen, el hand roll bar de Chamberí funciona como un comodín urbano que encaja con un día de oficina, un plan de sábado o una cena ligera con amigos.

Qué pedir en MYO: temakis que marcan el ritmo

Si es tu primera vez, combina textura, grasa y frescor. Empieza con la sopa miso de cocido: calienta, centra y prepara el paladar. Después, alterna un temaki graso y uno más vertical. La lubina con grasa de vaca ofrece mordida, profundidad y un final largo. En cambio, el atún con tomate y regañás refresca y recuerda a un desayuno andaluz llevado a Japón. También puedes elegir un roll con ebi furai al ajillo, que aporta crujiente y aroma mediterráneo. Para rematar, los soba “carbonara” con toro y yema curada son contundentes, por lo que te recomendamos compartir. Además, pide un cóctel en grifo bien frío: acompaña sin robar protagonismo al bocado. Así, tu visita al hand roll bar de Chamberí queda equilibrada. Por supuesto, la carta rota y habrá fuera de carta según mercado. Pregunta por el corte del día si te apetece un sashimi limpio para cerrar con algo muy nítido y preciso.

Galería de fotos

Abre apetito, afila los sentidos y asómate a la barra: así se vive MYO en imágenes.

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