The Library Madrid: 3.500 vinos y bar de tapeo
The Library Madrid acaba de colarse en todas las conversaciones foodie de la ciudad. Y con motivo: reúne más de 3.500 referencias de vino, un bar de tapeo con producto fino y un equipo de sumilleres que acompaña cada elección. Además, su ubicación junto a la Puerta de Alcalá y su interiorismo de aire clásico lo convierten en visita obligada. Por eso, no extraña que el público lo haya encumbrado como la apertura más aplaudida del año.
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Qué es The Library Madrid y por qué todos hablan de él
The Library Madrid es el nuevo juguete de quienes disfrutan del vino sin complicaciones, pero con rigor. Nació para combinar tres experiencias en un mismo lugar: boutique enológica, bar gastronómico y club privado. El público lo ha premiado en los TheFork Awards con el People’s Choice, que distingue a la apertura favorita del año. No es casualidad. La casa ha construido una bodega monumental en la que conviven etiquetas de culto, añadas raras y una oferta por copa muy dinámica.
La idea es sencilla y efectiva. Entras, te apetece descubrir, y un sumiller te guía sin ponerse estupendo. Puedes llevarte la botella, catarla allí mismo o reservar una cata privada con amigos. Además, el bar de tapeo aporta chispa madrileña y permite picar a cualquier hora sensata. Así, The Library Madrid encaja tanto para una compra especial como para un aperitivo entre semana o una noche larga, siempre con el vino como protagonista absoluto.
The Library Madrid: 3.500 vinos, sumilleres y copas por carta
Aquí el número importa porque habla de amplitud real: más de 3.500 referencias nacionales e internacionales conviven en estanterías de altura palaciega. Además, la carta por copa ronda las ochenta propuestas y cambia con frecuencia, lo que anima a volver. Por si fuera poco, el equipo de sumilleres plantea recorridos por estilos y regiones, desde clásicos riojanos o borgoñones hasta uvas menos conocidas, pasando por generosos, espumosos precisos y joyas de pequeñas producciones.
- Asesoramiento personalizado para acertar según gustos y presupuesto.
- Catas privadas bajo reserva, ideales para grupos curiosos.
- Selección de delicatessen: ibéricos, conservas finas, foies y quesos artesanos.
- Posibilidad de consumir in situ o llevar la botella a casa.
- Carta viva de vinos por copa con rotación constante.
La barra tiene ese punto canalla que pide Madrid: copa bien servida, temperatura clavada y un bocado que acompaña sin robar el foco al vino. Además, la sala funciona con un ritmo amable, sin prisas pero sin tiempos muertos. Así, la experiencia no se queda en una exhibición de etiquetas, sino que se convierte en un juego de maridajes sencillo, claro y disfrutable. En definitiva, The Library Madrid apuesta por pedagogía líquida con mucha calle.
Arquitectura e interiorismo: la biblioteca del vino
El interiorismo firma su carácter desde la puerta. La estética evoca una biblioteca clásica con estanterías de madera natural que ascienden hasta el techo, alrededor de cinco metros de altura, y un gesto de luz cálida que realza las botellas. Además, el pavimento de mármol en blanco y negro dialoga con detalles en latón mate, lo que aporta brillo sin estridencias. El resultado respira club privado, pero mantiene una atmósfera abierta y cómoda, muy de Madrid.
El proyecto de interior se organiza en tres capas. La zona de boutique exhibe la bodega con orden casi enciclopédico. La barra concentra la acción, con cristalería adecuada para cada estilo y un pase visible que marca el ritmo. Por último, el club privado, la llamada Society, reúne a menos de cien socios en un espacio reservado con cavas personales. Allí se abren botellas difíciles de ver en sala. Por eso, The Library Madrid trasciende la idea de tienda y se acerca a un salón de aficionados exigentes.
El lenguaje del diseño se apoya en simetrías, marcos y molduras medidas, pero también en soluciones funcionales discretas: control de luz para proteger el vino, alturas que dignifican el producto y circulación clara para que el cliente no se pierda. Así, el interiorismo construye una identidad reconocible, que suma valor a la experiencia sin necesitar grandes alardes. En suma, una escenografía precisa para una bodega que invita a explorar.
Ubicación y cómo llegar a The Library Madrid
El local se encuentra en la calle Serrano, junto a la Puerta de Alcalá y a dos pasos de la Plaza de la Independencia. Por tanto, está en pleno barrio de Salamanca, con el Parque de El Retiro a la espalda y una agenda cultural alrededor que incluye el Museo Arqueológico y la Biblioteca Nacional. La zona es perfecta para enlazar un paseo, un vino y, si apetece, una sobremesa larga con tapas.
Si vas en transporte público, conviene apuntar dos estaciones de metro cercanas: Serrano (línea 4) y Retiro (línea 2). Además, Recoletos conecta por cercanías a pocos minutos a pie. En autobús, las líneas 1, 9, 14, 27 y 45 dejan muy cerca, lo que facilita llegar desde casi cualquier punto del eje Castellana–Prado. En cambio, si prefieres ir en bici, encontrarás anclajes y base de servicio municipal en el entorno inmediato.
El entorno suma puntos a la visita. Antes o después del brindis, puedes cruzar al Retiro, subir a la Puerta de Alcalá para la foto de rigor o curiosear por las calles de Recoletos. Además, la franja de Serrano concentra tiendas, galerías y cafés que alargan el plan sin esfuerzo. Así, The Library Madrid encaja perfecto tanto como destino principal como alto en una ruta por el centro elegante de la capital.
La parte sólida acompaña con intención, sin eclipsar la copa. En carta aparecen bocados que marcan carácter: croquetas de carabinero, cecina de wagyu, tiradito de corvina, salpicón de marisco o una lasaña de bogavante y centolla cremosa. Además, los embutidos ibéricos, las conservas de primera y una selección de quesos artesanos se integran en raciones pensadas para compartir. Por eso, la barra funciona igual de bien para un picoteo rápido que para una cena informal.
Para quienes buscan una experiencia guiada, hay menús degustación con maridaje de altos vuelos. La propuesta Nysa arranca desde 250 euros y Teseo sube a 400 euros, con una selección de vinos diseñada para explorar etiquetas destacadas y añadas finas. Los precios pueden cambiar en función de mercado y disponibilidad, pero el espíritu se mantiene: ofrecer un recorrido vinícola con criterio. Además, la carta por copa rota a menudo, así que conviene preguntar por novedades al sumiller.
En resumen, aquí no se viene solo a beber bien; se viene a aprender sin postureo. El personal recomienda, explica y propone alternativas si el presupuesto aprieta. Así, The Library Madrid fideliza tanto a expertos como a curiosos. Y eso, unido a su gran bodega y a un interiorismo con personalidad, explica que el público lo haya señalado como la apertura más celebrada del año. La próxima copa, ya lo verás, la decides tú.
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Brinda con la vista y descubre detalles que solo aparecen cuando te acercas a las botellas.
