Chinchón: de aldea segoviana a joya madrileña

Chinchón: de aldea segoviana a joya madrileña

Chinchón, conocido por su pintoresca Plaza Mayor y su rica tradición cultural, es hoy uno de los destinos más encantadores de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, pocos saben que esta villa madrileña tiene un pasado ligado a Segovia. A lo largo de los siglos, Chinchón ha evolucionado desde ser una aldea segoviana hasta convertirse en la joya que conocemos hoy.

Los orígenes segovianos de Chinchón

Durante la Edad Media, Chinchón formaba parte de la Comunidad de Ciudad y Tierra de Segovia, una organización territorial que extendía la influencia segoviana más allá de la Sierra de Guadarrama. Esta comunidad se dividía en sexmos, y Chinchón pertenecía al sexmo de Valdemoro, el más meridional de todos. Como aldea segoviana, sus habitantes estaban sujetos al fuero de Segovia, participaban en las juntas comunales y contribuían con tributos a la ciudad. Esta relación garantizaba protección y administración de justicia por parte del concejo segoviano, mientras que las aldeas aportaban recursos agrícolas y ganaderos.

La transición al señorío de Chinchón

En 1480, los Reyes Católicos otorgaron el señorío de Chinchón a los Marqueses de Moya, Don Fernando Cabrera y Doña Beatriz de Bobadilla, en reconocimiento a sus servicios. Este cambio marcó el inicio de una nueva etapa para Chinchón, alejándola de la influencia directa de Segovia y acercándola a la corte castellana. Bajo el dominio de los marqueses, la villa experimentó un desarrollo significativo, consolidando su identidad propia y estableciendo las bases para su futuro crecimiento.

El ascenso al condado y su impacto

En 1520, Carlos V elevó el señorío de Chinchón a la categoría de condado, otorgando el título al segundo hijo de los marqueses, Fernando de Cabrera y Bobadilla. Este reconocimiento real impulsó aún más el desarrollo de la villa. Durante el mandato del III Conde de Chinchón, Diego Fernández de Cabrera y Bobadilla, se reconstruyó el Castillo de los Condes, destruido durante la Guerra de las Comunidades, y se concluyó la capilla mayor de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en 1586. Estas obras reflejan la importancia creciente de Chinchón en la región.

La influencia de la condesa en la medicina

Una figura destacada en la historia de Chinchón es Francisca Enríquez de Rivera, segunda esposa del IV Conde de Chinchón. En 1629, al asumir el virreinato del Perú, la condesa enfermó gravemente de fiebres altas. Fue curada gracias al extracto de la corteza de un árbol, conocido como quina. Recuperada, ordenó distribuir grandes cantidades de esta corteza a otros enfermos, ganándose el nombre de «polvos de la Condesa». A través de los jesuitas, la quina llegó a Europa, donde se utilizó para tratar diversas enfermedades, consolidando el nombre de Chinchón en la historia de la medicina.

Chinchón en la actualidad

Hoy, Chinchón es reconocido por su impresionante Plaza Mayor, una de las más bellas de España, y por su rica oferta gastronómica y cultural. Declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1974, ha sabido preservar su patrimonio y atraer a visitantes de todo el mundo. A pesar de su pasado ligado a Segovia, Chinchón ha forjado una identidad propia que lo convierte en un destino imprescindible en la Comunidad de Madrid.

Galería de fotos

Descubre la belleza de Chinchón a través de estas imágenes que capturan su esencia histórica y cultural.

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