Nuga Castellana, nuevo destino mixto en Castellana 200

Nuga Castellana, nuevo destino mixto en Castellana 200

Nuga Castellana llega para cambiar la forma en la que entendemos Castellana 200: un único ecosistema urbano donde conviven oficinas de alto nivel, viviendas en alquiler, gastronomía creativa, comercio y bienestar en pleno distrito de Chamartín. Este nuevo proyecto de usos mixtos apuesta por la rehabilitación inteligente, la sostenibilidad y la vida urbana bien entendida, con un pie en la Castellana financiera y otro en la calle a escala humana. Un auténtico caso de estudio para cualquier amante de ciudad y de arquitectura contemporánea.

Qué es Nuga Castellana y por qué importa en Madrid

Nuga Castellana es la nueva identidad del histórico complejo de Castellana 200, en el barrio de Nueva España, dentro del distrito de Chamartín. Pimco Prime Real Estate, gestora inmobiliaria del grupo Allianz, ha invertido alrededor de 40 millones de euros para coser varios edificios contiguos y transformarlos en un único destino urbano de usos mixtos. El resultado integra oficinas, viviendas en alquiler, espacios de restauración, comercio, ocio y wellness bajo una misma marca y una misma experiencia urbana. Además, el objetivo es reposicionar el conjunto como un nodo clave entre la Castellana financiera y la vida de barrio.

El proyecto se despliega sobre unos 66.000 m2 de superficie total, articulando 21.000 m2 de oficinas y 271 viviendas en alquiler, junto a 4.620 m2 para restaurantes y 6.600 m2 dedicados a retail, ocio y bienestar. De esta manera, Nuga Castellana no solo renueva un activo muy visible en el skyline de Chamartín, sino que también ensaya un modelo de ciudad compacta, donde trabajar, vivir y salir a cenar queda a pocos metros de distancia. Por eso, se ha convertido rápidamente en una referencia para el mercado inmobiliario madrileño y para quienes seguimos la evolución de la Castellana norte.

Arquitectura, diseño y la nueva piel de Nuga Castellana

La transformación arquitectónica de Nuga Castellana parte de piezas existentes repartidas entre el Paseo de la Castellana 200-208 y las calles Félix Boix, Doctor Fleming y Carlos Maurras. En lugar de levantar un nuevo volumen icónico aislado, el proyecto trabaja como un gran ejercicio de cirugía urbana: se mejoran envolventes, se reorganizan accesos, se abren patios y se optimizan estructuras para dar coherencia a un conjunto que antes funcionaba de manera fragmentada. Así, la operación recuerda a otras reconversiones europeas impulsadas por la misma gestora en ciudades como París, Milán o Ámsterdam.

En el interior, el diseño busca maximizar la luz natural, las visuales cruzadas y la flexibilidad de los espacios, tanto en oficinas como en viviendas y zonas comerciales. Las plantas de oficinas, de unos 2.000 m2 por nivel, permiten configurar desde grandes sedes corporativas hasta espacios flexibles y coworking. Además, el proyecto incorpora unas terrazas y cubiertas ajardinadas que funcionan como prolongación del espacio de trabajo, integrando vegetación, vistas abiertas hacia la Castellana y zonas para reuniones informales. De esta forma, Nuga Castellana se alinea con la tendencia internacional de oficinas que se aproximan más a un hotel urbano que a un edificio corporativo clásico.

Usos mixtos en Nuga Castellana: oficinas, viviendas y gastronomía

Uno de los grandes atractivos de Nuga Castellana es su combinación de usos. En la parte terciaria, el complejo ofrece 21.000 m2 de oficinas, con más de 5.000 m2 destinados a espacios flexibles y coworking. Esta oferta responde a la realidad del trabajo híbrido y a las necesidades de compañías que buscan ubicaciones prime, pero con contratos y formatos menos rígidos. Además, el edificio dispone de unas 1.300 m2 de terrazas privadas y zonas exteriores, que sirven como espacios de descompresión, afterwork y eventos corporativos.

En la parte residencial, Nuga Castellana suma 271 viviendas en alquiler, resultado de una profunda rehabilitación de apartamentos preexistentes. Las tipologías van desde unidades compactas de un dormitorio hasta viviendas amplias de varios dormitorios, con superficies aproximadas entre 40 y 240 m2. Parte de estas unidades se reservan para uso corporativo, lo que encaja de forma natural con la presencia de oficinas y coworking dentro del mismo complejo. Además, el corazón del proyecto se organiza en torno al llamado Callejón de Nuga, una secuencia de locales de restauración, terrazas al aire libre y espacios de wellness que conectan la Castellana con la trama interior del conjunto.

En el eje comercial, el proyecto mantiene y refuerza la presencia de un gran operador tecnológico, además de oficinas de multinacionales y un restaurante con estrella Michelin que aporta carácter gastronómico al conjunto. Esta mezcla de comercio diario, restauración de autor y espacios de bienestar convierte a Nuga Castellana en un punto de encuentro tanto para quienes trabajan o viven en el complejo como para vecinos del entorno. Por tanto, el proyecto funciona como imán urbano, generando flujo de gente a lo largo del día y prolongando la actividad hasta la noche.

Sostenibilidad, certificaciones y tecnología en Nuga Castellana

Nuga Castellana se plantea como un activo de nueva generación en términos de sostenibilidad y tecnología aplicada al edificio. El complejo integra una plataforma de smart building que optimiza en tiempo real el consumo energético, los sistemas de climatización y el confort interior. De este modo, se reducen costes operativos y, al mismo tiempo, se mejora la experiencia de quienes trabajan, viven o consumen en el conjunto. Además, la intervención se apoya en la rehabilitación de estructuras existentes, lo que evita parte del impacto ambiental asociado a una obra totalmente nueva.

Las distintas piezas de Nuga Castellana aspiran a mantener estándares muy altos de certificación ambiental y digital, con sellos como LEED en niveles avanzados y reconocimientos específicos a la conectividad y la experiencia de usuario. Estos parámetros no se quedan solo en el papel: se reflejan en fachadas eficientes, en sistemas de ventilación cuidada, en la gestión inteligente de iluminación y en un diseño que favorece las circulaciones cómodas y accesibles. Además, la apuesta por terrazas y zonas verdes en altura añade un plus de bienestar, muy valorado por las empresas que buscan espacios de trabajo saludables y por inquilinos residenciales que quieren disfrutar de áreas exteriores sin salir del edificio.

En este contexto, Nuga Castellana se suma a la corriente de grandes reconversiones urbanas que entienden el edificio como un ecosistema conectado, donde datos, energía y personas conviven de manera más eficiente. Así, la tecnología deja de ser un añadido invisible para convertirse en parte del relato del propio proyecto y de su posición dentro de la Castellana madrileña.

Nuga Castellana y su encaje urbano en el distrito de Chamartín

El emplazamiento de Nuga Castellana, en pleno Paseo de la Castellana 200, lo sitúa en una de las zonas más estratégicas de Madrid. Por un lado, se encuentra en el eje financiero que conecta Nuevos Ministerios con Plaza de Castilla y Chamartín. Por otro, se integra en el tejido residencial del barrio de Nueva España, caracterizado por edificios de mediana altura, amplias avenidas arboladas y una vida de barrio consolidada. Esta dualidad permite que el complejo actúe como puente entre el ritmo corporativo de la Castellana y la escala más doméstica y cotidiana de las calles interiores.

Además, la accesibilidad juega a favor del proyecto: la zona cuenta con varias líneas de metro cercanas, líneas de autobús en el propio paseo y una excelente conexión con la red viaria urbana y metropolitana. Esto facilita la llegada tanto de trabajadores como de residentes y visitantes que se acercan a disfrutar de la oferta gastronómica y comercial de Nuga Castellana. En este sentido, el Callejón de Nuga actúa como pasaje interior y como plaza semipública, reconstruyendo un pequeño trozo de calle dentro del complejo. Así, el proyecto se abre al distrito y no se limita a funcionar como un centro cerrado de uso exclusivo.

También es interesante cómo Nuga Castellana se relaciona con otros polos cercanos, desde los edificios de oficinas del eje norte hasta los nuevos desarrollos residenciales y terciarios de Chamartín. En conjunto, contribuye a la consolidación de un corredor urbano donde la mezcla de usos y la regeneración de activos existentes está reemplazando al modelo de pieza aislada sin diálogo con su entorno.

Vivir, trabajar y disfrutar en Nuga Castellana

Nuga Castellana propone un estilo de vida muy alineado con lo que buscan los jóvenes profesionales en Madrid: poder combinar vivienda, trabajo y ocio en un radio de pocos minutos. Las 271 viviendas en alquiler, con servicios y espacios comunes, encajan bien con perfiles que quieren estar cerca de su oficina, pero también disponer de una buena oferta gastronómica y de bienestar sin salir del barrio. Además, la presencia de apartamentos corporativos hace que el complejo resulte atractivo para empresas que traen equipos internacionales de forma temporal.

Para quienes solo se relacionan con Nuga Castellana como lugar de trabajo, el complejo ofrece algo más que una dirección en la Castellana. Los espacios flexibles, las zonas de coworking, las terrazas y el Callejón de Nuga permiten que la pausa del café, la comida o el afterwork se conviertan en parte natural de la jornada. Por tanto, el proyecto se aleja del concepto de oficina monofuncional y se acerca a la idea de club urbano, donde el límite entre lo profesional y lo social se difumina con comodidad.

Además, para el vecindario de Nueva España, el proyecto supone sumar una nueva centralidad con servicios, restauración y espacios de encuentro, siempre manteniendo la escala de barrio. La combinación de usos y la activación casi continua del complejo generan una sensación de seguridad, movimiento y vida urbana que refuerza el atractivo residencial de la zona. De esta manera, Nuga Castellana se consolida como uno de los nodos más interesantes del norte de Madrid para quienes disfrutan analizando cómo se renueva la ciudad desde la arquitectura y el urbanismo.

Galería de fotos

Pasea visualmente por Nuga Castellana y descubre cómo se vive este nuevo fragmento de ciudad en plena Castellana 200.

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