Torre Castelló, rascacielos residencial que redefine Salamanca

Torre Castelló, rascacielos residencial que redefine Salamanca

Torre Castelló ha llegado para cambiar las reglas del juego en el Barrio de Salamanca. En una zona acostumbrada a edificios clásicos de ocho plantas, irrumpe ahora una torre residencial de 20 alturas y 158 viviendas de lujo, con servicios que parecen sacados de un resort urbano. Este rascacielos no solo reinterpreta un antiguo edificio administrativo, además introduce una nueva manera de vivir en vertical en pleno Madrid, mezclando brutalismo, vistas infinitas y amenities pensadas para no querer salir de casa.

Qué es Torre Castelló y por qué todo el mundo habla de ella

Torre Castelló es la reconversión radical de un inmueble brutalista de los años setenta, ubicado en la intersección de María de Molina con las calles Castelló, Núñez de Balboa y General Oraá. Durante décadas funcionó como sede de oficinas del Ministerio de Hacienda, pero ahora inicia una segunda vida como primer gran rascacielos residencial del Barrio de Salamanca. El edificio se eleva en 20 plantas, con 158 viviendas de alto nivel y un potente programa de zonas comunes que lo sitúa al nivel de los complejos residenciales más ambiciosos de Europa.

La operación va mucho más allá de una simple reforma interior. El proyecto, impulsado por Grupo Lar junto con fondos gestionados por BlackRock, parte de una inversión millonaria y aspira a convertirse en un nuevo referente del lujo urbano en Madrid. Además, incorpora una residencia de estudiantes de unas 400 plazas en el mismo complejo, lo que suma un componente joven y cosmopolita al conjunto. La torre se posiciona así como un auténtico catalizador de la nueva etapa del mercado residencial prime en la capital.

Arquitectura brutalista revisitada: la piel y el alma de Torre Castelló

Uno de los puntos más interesantes de Torre Castelló es su aproximación al brutalismo original del edificio. La torre conserva la esencia estructural de hormigón de los años setenta, pero la reviste con una nueva piel de aluminio extruido que dialoga con las potentes líneas verticales del volumen existente. De esta manera, el proyecto respeta la memoria del inmueble y, al mismo tiempo, lo actualiza con una estética más ligera, tecnológica y alineada con la imagen contemporánea del Barrio de Salamanca.

El trabajo arquitectónico, liderado por el estudio de Alberto Martín de Lucio, se centra en tres ideas clave: potenciar las vistas, generar terrazas generosas y abrir el edificio a la ciudad. Por eso, las viviendas se organizan entre las plantas 4 y 19, liberando parte de las cotas inferiores para un lobby de gran altura que funciona como nueva puerta urbana. Además, se cuida la continuidad visual entre interior y exterior mediante grandes ventanales, carpinterías esbeltas y proporciones verticales que refuerzan la sensación de esbeltez de toda la torre.

En el interior, la apuesta se inclina por un lenguaje sobrio y muy táctil: materiales neutros, texturas refinadas y una iluminación estudiada para enfatizar profundidad y calidez. Las decisiones de diseño persiguen un objetivo claro: que la contundencia brutalista del contenedor se compense con espacios domésticos acogedores, donde la vida cotidiana se sienta cómoda. Así, Torre Castelló demuestra que un bloque administrativo aparentemente obsoleto puede convertirse, con una estrategia inteligente, en un icono residencial plenamente actual.

Cómo se vive en Torre Castelló: tipologías de vivienda y estilo de vida

La propuesta residencial de Torre Castelló se apoya en una mezcla de tipologías pensada para perfiles muy distintos. Las 158 viviendas se distribuyen entre las plantas 4 y 19, con superficies aproximadas que oscilan desde unos 90 metros cuadrados hasta alrededor de 550 metros cuadrados en las unidades más espectaculares. Además, las opciones van de uno a cuatro dormitorios, lo que abre el abanico tanto a singles que buscan un pied-à-terre urbano como a familias que desean una vivienda amplia en el corazón del Barrio de Salamanca.

Las plantas inferiores concentran las viviendas más compactas y, en general, los precios de acceso a la torre, mientras que las alturas superiores albergan las unidades de mayor superficie, con terrazas de dimensiones más generosas y vistas aún más amplias. Casi todas las piezas se organizan alrededor de grandes ventanales de suelo a techo que inundan los interiores de luz natural y prolongan el salón hacia el paisaje urbano. Además, todas las viviendas disponen de plaza de garaje en las dos plantas de parking bajo rasante, algo especialmente valioso en una zona consolidada y densa como esta.

En cuanto al ticket económico, distintos agentes del sector sitúan el precio medio de las viviendas de Torre Castelló entre unos 2,5 y 3 millones de euros, con unidades de entrada a partir de importes inferiores y áticos y grandes tipologías por encima de esa franja. Por tanto, nos movemos claramente en el segmento high-end del mercado madrileño, con acabados, servicios y ubicación a la altura de esa inversión. La combinación de verticalidad, terrazas, luz y amenities convierte a la torre en un producto diferenciado dentro del ya exclusivo Barrio de Salamanca.

Amenities de hotel urbano: la oferta de servicios en Torre Castelló

Si hay algo que define a Torre Castelló frente a otras promociones de lujo en Madrid, es su despliegue de servicios comunes. El proyecto suma en torno a 5.000 metros cuadrados dedicados a amenities, un auténtico club privado vertical para sus residentes. Entre ellos destacan un gimnasio de alto rendimiento, un área específica para entrenamientos, una zona wellness con spa, un simulador de golf para practicar sin salir de casa y espacios de salud y belleza que acercan la experiencia de un resort a la escala residencial.

La corona del proyecto se sitúa en la planta 20, donde un rooftop de aproximadamente 1.500 metros cuadrados reúne una piscina exterior, solárium y un skybar con vistas 360 grados sobre Madrid. Desde allí se percibe de forma literal el famoso “de Madrid al cielo”, con una proyección visual lineal de unos 200 metros sobre el entorno urbano. Además, la torre incorpora un business center preparado para teletrabajo, reuniones y pequeñas presentaciones, algo crucial para perfiles que combinan vida profesional y personal en el mismo edificio.

La residencia de estudiantes integrada en el complejo, con capacidad para unas 400 camas en habitaciones individuales, complementa este universo de servicios con un perfil más joven. Esto genera un microecosistema urbano muy singular, donde conviven residentes permanentes de alto poder adquisitivo con estudiantes internacionales y profesionales en formación. En conjunto, Torre Castelló logra que el edificio se viva más allá de la vivienda privada, gracias a un programa comunitario que convierte las zonas comunes en auténticos espacios de socialización y networking.

Torre Castelló y el nuevo paisaje del Barrio de Salamanca

El impacto urbano de Torre Castelló va mucho más allá de su propia parcela. El edificio irrumpe en un tejido donde la mayoría de inmuebles no superan las ocho alturas, por eso su silueta de 20 plantas se percibe desde múltiples puntos de la ciudad. Sin embargo, la propuesta no se limita a ser un objeto icónico en el skyline: también activa la manzana mediante un nuevo lobby a nivel de calle, conexiones más fluidas con el entorno y una relación renovada con María de Molina, uno de los grandes ejes de entrada a Madrid desde el noreste metropolitano.

Para el mercado residencial, Torre Castelló supone un salto de escala. En una zona donde las promociones suelen rondar una docena de viviendas, lanzar 158 unidades de lujo en una sola operación multiplica la oferta y consolida al barrio como epicentro del segmento prime. Además, la rehabilitación de un edificio administrativo en desuso encaja con las estrategias actuales de regeneración urbana sostenible: se reduce la huella de nueva construcción y se aprovechan estructuras ya existentes, mejorando su eficiencia energética mediante nuevos sistemas y envolventes.

También desde el punto de vista simbólico, Torre Castelló marca un antes y un después. Demuestra que el Barrio de Salamanca puede seguir siendo clásico y, al mismo tiempo, innovar en tipologías, alturas y formas de habitar. La apuesta por un brutalismo revisitado, lejos de disonancias, suma diversidad al paisaje arquitectónico del distrito. Por eso, muchos agentes del sector consideran este proyecto uno de los grandes hitos recientes en la historia residencial de Madrid, llamado a convertirse en pieza de referencia durante las próximas décadas.

Tiempos, ubicación y cómo seguirle la pista a Torre Castelló

Ubicada en el número 50 de la calle María de Molina, muy cerca de los enlaces con la autopista A-2 y con una red potente de transporte público, Torre Castelló disfruta de una localización estratégica dentro del distrito de Salamanca. Desde aquí se llega rápidamente al eje de la Castellana, a los barrios de Chamberí y Chamartín y, además, al aeropuerto en un tiempo competitivo. A escala de barrio, la torre se rodea de comercios de proximidad, restaurantes, oficinas y servicios educativos, lo que refuerza su vocación de centro de vida urbana intensa y bien conectada.

El proyecto avanza con un calendario que sitúa la finalización de las obras en torno a finales de 2027 o principios de 2028, con financiación estructurada en torno a 306 millones de euros a través de Banco Santander. Mientras tanto, la comercialización de las viviendas de Torre Castelló se desarrolla de forma discreta, de la mano de una gran consultora especializada en residencial de lujo. La demanda, según apuntan sus responsables, supera las expectativas iniciales, con un claro predominio de comprador nacional que busca consolidar su residencia principal o un activo prime muy escaso en el mercado.

Para quienes quieran seguir el pulso de la promoción, lo más útil es estar atentos a los canales comerciales de Grupo Lar y a las principales consultoras inmobiliarias de alta gama que operan en Madrid. Allí se irán desvelando nuevas tipologías, avances de obra y detalles de personalización interior, especialmente en las unidades de mayor tamaño. En cualquier caso, la sensación general es que, cuando la torre esté completamente habitada, Torre Castelló se habrá consolidado como uno de los lugares más deseados para vivir en el Barrio de Salamanca y como una referencia obligada para entender el nuevo lujo residencial madrileño.

Galería de fotos

Sube mentalmente hasta la azotea, recorre sus terrazas y déjate inspirar por cada rincón de Torre Castelló en esta galería.

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