Regeneración urbana Roger de Flor en Carabanchel

Regeneración urbana Roger de Flor en Carabanchel

La regeneración urbana Roger de Flor en Carabanchel acaba de entrar en su fase clave y, por fin, pone fecha a una transformación muy esperada por el vecindario. La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid ha autorizado el contrato de obras para renovar este histórico conjunto residencial del barrio de San Isidro, con una intervención centrada en el espacio público, la accesibilidad y las zonas verdes. Te contamos cómo va a cambiar este entorno y por qué es una operación urbana tan interesante para entender el nuevo Madrid.

¿Qué es exactamente la regeneración urbana Roger de Flor?

Cuando hablamos de la regeneración urbana Roger de Flor nos referimos a un conjunto de actuaciones sobre el espacio público que rodea los bloques residenciales de esta colonia en el corazón de Carabanchel. No se trata de levantar nuevas viviendas, sino de rehabilitar y ordenar los ámbitos entre edificios, esos espacios interbloques que durante décadas han quedado en tierra de nadie. La operación se apoya en el Plan Especial Roger de Flor, que ha clarificado la titularidad de los suelos y ha fijado qué parte corresponde mantener al Ayuntamiento y cuál a las comunidades de propietarios. Gracias a ese paso previo, ahora se puede invertir de forma potente en pavimentos, accesibilidad, arbolado y zonas estanciales sin dudas jurídicas ni parches provisionales.

Además, esta intervención se enmarca dentro del Plan Regenera Madrid, la gran estrategia municipal para coser los barrios más consolidados y mejorar su calidad urbana sin necesidad de grandes demoliciones. Por tanto, Roger de Flor se convierte en un ejemplo claro de cómo una colonia residencial de los años centrales del siglo XX puede actualizar su espacio público para responder a retos muy actuales: envejecimiento de la población, cambio climático, confort peatonal y convivencia vecinal.

Presupuesto, plazos y alcance de las obras en Roger de Flor

La regeneración urbana Roger de Flor cuenta con un presupuesto municipal cercano a los dos millones de euros, repartido de forma plurianual entre 2025 y 2026. El contrato se ha adjudicado a una empresa especializada en obra urbana y prevé un plazo de ejecución de unos diez meses, lo que permitirá desplegar las obras de manera secuenciada para minimizar el impacto en la vida diaria del vecindario. Esta cifra puede parecer modesta si la comparamos con grandes operaciones urbanísticas, pero bien dirigida supone un salto cualitativo enorme cuando se concentra en aceras, plazas, zonas ajardinadas y recorridos peatonales.

El ámbito de actuación se organiza en ocho zonas diferenciadas, que agrupan los espacios degradados del conjunto residencial. Cada una presenta problemas específicos: pavimentos agotados, falta de accesibilidad, humedades junto a fachadas, mobiliario urbano obsoleto o espacios verdes mal resueltos. En lugar de intervenir de manera aislada, el proyecto los aborda de forma integral, coordinando soluciones y garantizando continuidad en los itinerarios peatonales. Así, se busca que la regeneración urbana Roger de Flor no sea un simple “lavado de cara”, sino una auténtica reconfiguración del paisaje cotidiano, con más sentido urbano y más comodidad para quienes viven y se mueven por allí.

La nueva plaza de Roger de Flor y los itinerarios peatonales

Uno de los puntos estrella de la regeneración urbana Roger de Flor se centra en el entorno de la plaza de Roger de Flor, catalogado en el proyecto como zona 7. Actualmente es un área peatonal muy restringida al tráfico, donde solo se permite el paso de vehículos de emergencia. Sin embargo, el pavimento está deteriorado, las cotas no cumplen con los criterios de accesibilidad universal y la imagen urbana se percibe anticuada. Por eso, el proyecto propone renovar por completo el acabado del suelo, priorizando pavimentos continuos, antideslizantes y cómodos para personas mayores, carritos de bebé o usuarios de sillas de ruedas.

Además, se revisará la sección de los pasos, los encuentros con portales y las conexiones con las calles del entorno, de manera que la plaza sea un verdadero nodo de tránsito amable y no un espacio residual. Es previsible que se reorganice también parte del mobiliario urbano, incorporando bancos con respaldo, iluminación eficiente y, en su caso, vegetación que aporte sombra. En conjunto, la operación persigue que la plaza deje de ser solo un lugar de paso rápido y se convierta en un punto de encuentro de barrio, reforzando la vida comunitaria sin perder su carácter de espacio tranquilo y seguro.

Zonas ajardinadas, humedades y pavimentos: una puesta a punto completa

Otra pieza clave de la regeneración urbana Roger de Flor se localiza en la zona 8, que agrupa las áreas ajardinadas y las aceras que rodean todo el ámbito residencial. En estos espacios se concentran varios de los problemas típicos de las colonias interbloque de Madrid: pavimentos irregulares, bordillos altos, parches de hormigón sin criterio, puntos con encharcamientos y taludes mal drenados que terminan generando humedades en los edificios colindantes. El proyecto plantea corregir estas patologías con una intervención combinada sobre el firme, el sistema de drenaje y la ordenación de la vegetación.

En paralelo, se aprovechará para renaturalizar el entorno, incrementando las superficies verdes bien diseñadas frente a los descampados duros y poco útiles. Esto puede traducirse en parterres con especies resistentes a la sequía, arbolado de sombra y zonas estanciales pensadas para parar un momento, conversar o simplemente descansar al sol de invierno. A la vez, se revisará la relación entre las zonas verdes y las fachadas para evitar filtraciones de agua hacia los sótanos, uno de los grandes quebraderos de cabeza en muchas comunidades de Carabanchel. Así, no solo mejora la estética, sino también la salud del parque edificatorio existente.

Roger de Flor dentro del Plan Regenera Madrid y el nuevo urbanismo de barrio

La regeneración urbana Roger de Flor no es un caso aislado, sino una pieza más del Plan Regenera Madrid, una estrategia municipal que canaliza más de cien millones de euros para intervenir en barrios consolidados con elevada vulnerabilidad urbana. Este enfoque rompe con la idea de que la gran transformación de la ciudad solo pasa por nuevos desarrollos o grandes infraestructuras. En cambio, apuesta por mejorar lo que ya existe, actuando sobre plazas, calles, interbloques y espacios de uso cotidiano que condicionan la calidad de vida mucho más de lo que pensamos.

Dentro de este marco se han impulsado intervenciones en colonias históricas y poblados dirigidos repartidos por varios distritos, desde Latina a Ciudad Lineal, pasando por Hortaleza, Villaverde o Villa de Vallecas. Todas comparten problemas urbanos parecidos: espacios públicos envejecidos, accesos complicados, mucha superficie dura y poca sombra. Al intervenir de forma integral en estos tejidos, el Ayuntamiento busca equilibrar la ciudad, reforzar la identidad de cada barrio y, al mismo tiempo, adaptarlos a los retos ambientales actuales. Roger de Flor, por tanto, funciona como demostrador: si el modelo funciona aquí, será más fácil replicarlo en otros conjuntos residenciales con casuísticas similares.

Carabanchel, barrio de colonias históricas y regeneraciones urbanas

Situar la regeneración urbana Roger de Flor en contexto exige mirar a Carabanchel como uno de los grandes laboratorios residenciales de Madrid del siglo XX. El distrito concentra colonias obreras, promociones cooperativas, poblados dirigidos y conjuntos de vivienda social que han ido configurando un paisaje urbano muy diverso. En los últimos años, varias de estas colonias han entrado en procesos de regularización y mejora, desde los ámbitos ligados a nuevos planes especiales hasta operaciones de regeneración impulsadas por distintas áreas municipales.

Para quienes buscan entender cómo evolucionan los barrios madrileños, Carabanchel ofrece un catálogo casi completo de tipologías residenciales y soluciones urbanas. Por eso, seguir de cerca la evolución de Roger de Flor resulta especialmente interesante: permite ver cómo se reinterpretan los espacios entre bloques, cómo se actualiza la accesibilidad o cómo se gestionan las zonas libres cuando hay múltiples propietarios. Además, el distrito está experimentando una creciente presión residencial y una consolidación de su carácter joven y diverso, por lo que estas actuaciones de regeneración ayudan a acompañar ese cambio con más calidad urbana y mejores espacios para la vida cotidiana.

Galería de fotos

Pasea visualmente por Roger de Flor y descubre cómo este rincón de Carabanchel se prepara para estrenar nueva vida urbana.

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