Carbono 14 y la puerta más antigua de Madrid

Carbono 14 y la puerta más antigua de Madrid

La puerta más antigua de Madrid ya tiene confirmación científica y escenario concreto: la entrada de madera de la Torre de los Lujanes, en plena Plaza de la Villa. Gracias a un estudio con carbono 14 de la Universidad de Salamanca se ha fechado la madera a comienzos del siglo XV, consolidando a este portón como el acceso civil mejor conservado de la ciudad medieval. Hoy sigue funcionando como umbral simbólico a seis siglos de historia, entre leyendas, telégrafos ópticos y el pulso inacabable del kilómetro cero.

Qué es y dónde se esconde la puerta más antigua de Madrid

Para encontrar la puerta más antigua de Madrid no hace falta salir del corazón turístico de la ciudad, pero sí cambiar de ritmo. Se esconde en la Plaza de la Villa, uno de los rincones mejor conservados del Madrid de los Austrias, donde la Torre de los Lujanes preside la estrecha calle del Codo. Allí, un portón de madera de nogal protegido por un arco de herradura recibe todavía a los visitantes. No es una puerta monumental como la de Alcalá, sino un umbral casi doméstico, de escala humana, que recuerda que Madrid fue primero una villa amurallada y comercial, mucho antes de la capital imperial que vemos en las postales.

Además, el entorno acompaña. La Plaza de la Villa reúne tres épocas y tres edificios clave: la propia casa y Torre de los Lujanes de raíz mudéjar, la antigua Casa de la Villa barroca y la Casa de Cisneros de sabor renacentista. Sin embargo, el visitante curioso que se aparta unos pasos hacia la calle del Codo descubre la verdadera joya: la puerta que hoy marca el límite entre el rumor de la calle Mayor y el silencio de los patios interiores. Por eso, pasear por esta zona se convierte en un viaje condensado por la historia urbana de Madrid en apenas unos metros.

Cómo el carbono 14 ha fechado la puerta más antigua de Madrid

Durante décadas se sospechaba que el portón de la Torre de los Lujanes era muy antiguo, pero no se conocía su cronología exacta. La documentación histórica apuntaba a una obra del siglo XV, aunque faltaba una prueba concluyente. Aquí entra en juego la ciencia. Un equipo de la Universidad de Salamanca ha aplicado la técnica del carbono 14 a la madera de nogal, analizando el contenido de isótopos radiactivos para determinar su edad con bastante precisión. Según los resultados, los anillos datan en torno a 1415, lo que sitúa la construcción de la puerta en los primeros años del siglo XV.

Este tipo de análisis se ha convertido en una herramienta clave para el patrimonio construido, porque permite comprobar hipótesis documentales y, además, detectar posibles sustituciones o restauraciones posteriores. En este caso, los datos han confirmado que la puerta más antigua de Madrid es también el portón civil mejor conservado de la capital, una rareza en una ciudad muy transformada a partir del siglo XIX. Por tanto, el hallazgo no solo satisface la curiosidad histórica; también refuerza los argumentos para proteger y divulgar este rincón entre especialistas, vecinos y visitantes.

La Torre de los Lujanes: arquitectura mudéjar en pleno centro de Madrid

La Torre de los Lujanes forma parte de un conjunto mudéjar singular compuesto por la torre y la casa adosada, levantadas en el siglo XV y consideradas el edificio civil más antiguo de Madrid. La torre, de planta cuadrada y aspecto macizo, se levanta en ladrillo visto y mampostería, con dos cuerpos prismáticos superpuestos y una coronación de arquillos ciegos de herradura en la parte superior. Ese repertorio formal, de clara tradición islámica, dialoga con la piedra de granito de la portada y con la carpintería original de la puerta más antigua de Madrid.

En el frente que asoma a la calle del Codo se encuentra el acceso que nos ocupa: un arco de herradura de grandes dovelas y jambas de granito, característico del mudéjar castellano, dentro del cual se encaja la hoja de nogal fechada por carbono 14. Además, la casa aneja, de planta irregular en torno a un patio, incorpora una portada gótica tardía que evidencia la convivencia de lenguajes arquitectónicos. De este modo, el conjunto de los Lujanes funciona como un manual al aire libre de la transición entre la Madrid islámica, la villa bajomedieval y la futura corte renacentista, todo ello concentrado en un perímetro muy compacto.

Historias, leyendas y personajes tras la puerta más antigua de Madrid

Si algo hace especial a la puerta más antigua de Madrid es la cantidad de historias que han pasado por sus goznes. La tradición sostiene que en la Torre de los Lujanes estuvo retenido el rey francés Francisco I, capturado en la batalla de Pavía en 1525, antes de su traslado a otras residencias reales. Más allá de la exactitud de la anécdota, lo cierto es que el edificio siempre ha mantenido un papel relevante en la vida política y económica de la villa, primero como residencia de familias influyentes y luego como sede institucional.

Desde finales del siglo XVIII, la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País ocupa la Torre de los Lujanes, lo que ha contribuido a mantener el inmueble en uso y, por tanto, a conservar su portón original. Además, durante el siglo XIX, la torre se integró en la red del telégrafo óptico que conectaba Madrid con Aranjuez, aprovechando su altura privilegiada. Así, el mismo vano que hoy cruzan los turistas fue en su día un punto de paso para funcionarios, comerciantes, prisioneros ilustres y operadores de comunicaciones. Cada historia suma una capa al valor patrimonial de esa discreta hoja de madera.

Cómo visitar la Torre de los Lujanes y disfrutar de la puerta más antigua de Madrid

Acercarse a la puerta más antigua de Madrid es muy sencillo, porque la Plaza de la Villa se encuentra a pocos minutos a pie de la Puerta del Sol y de la Plaza Mayor. Lo ideal es entrar por la calle Mayor y, una vez en la plaza, rodear la estatua de Álvaro de Bazán para buscar la estrecha calle del Codo. Allí, casi en recodo, aparece el arco de herradura de granito con el portón de nogal, que se reconoce al instante por su textura oscurecida y la sutil deformación de la madera tras siglos de uso. Conviene detenerse un momento para observar herrajes, clavos y reparaciones antiguas.

Además, merece la pena combinar la visita con un paseo más amplio por el Madrid medieval. Puedes continuar por la calle Mayor hacia la Plaza de la Villa y enlazar con la muralla árabe, la Plaza de Oriente o la Catedral de la Almudena. El contraste entre la escala discreta del portón y las grandes operaciones del siglo XIX y XX ayuda a entender cómo ha cambiado la ciudad. Con un poco de paciencia, y mejor aún si eliges una hora tranquila, este rincón se convierte en una especie de cápsula del tiempo donde la ciudad baja el volumen y deja que hablen ladrillos, dovelas y maderas.

Por qué la puerta más antigua de Madrid importa a arquitectos y urbanistas

Para cualquier amante de la ciudad, la puerta más antigua de Madrid es algo más que una curiosidad, porque condensa varias capas de lectura arquitectónica y urbana. Por un lado, ilustra cómo los elementos aparentemente menores, como las carpinterías o los herrajes, pueden convertirse en documentos históricos de primer nivel cuando se conservan durante siglos. Por otro, demuestra que el tejido histórico del centro todavía guarda sorpresas, pese a las reformas, las aperturas de calles y los derribos del siglo XX. La clave está en mirar con detenimiento y en combinar archivo y laboratorio.

Además, el caso de la Torre de los Lujanes es un buen recordatorio para la práctica profesional. La datación por carbono 14 ha permitido asignar una fecha sólida a la madera de la puerta, reforzando el discurso patrimonial y facilitando futuras intervenciones de restauración. Para arquitectos y urbanistas, integrar estas capas históricas en proyectos contemporáneos supone un reto apasionante: desde la gestión del turismo en el centro histórico hasta la rehabilitación energética de edificios singulares, siempre con el respeto debido a elementos únicos como este portón de nogal que ha sobrevivido más de seiscientos años de vida urbana intensa.

Galería de fotos

Desliza la mirada por esta galería y fíjate en cada detalle del portón y de la Torre de los Lujanes.

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