Debajo de mi sombrero con Jaime Urrutia en Vistalegre
Debajo de mi sombrero no es solo el nombre de un festival, es el planazo nostálgico y cañero que se prepara en el Palacio Vistalegre para este diciembre. Una noche en la que Jaime Urrutia, eterno ex Gabinete Caligari, comparte escenario con buena parte de las leyendas del pop español de los 80 y 90. Además, el recinto de Carabanchel se transforma en un plató de cine en directo donde el público pasa de butacas a figuración, mezclando concierto y rodaje en un mismo evento.
Tabla de Contenidos
- 1 Qué es Debajo de mi sombrero y por qué todo el mundo habla de él
- 2 Jaime Urrutia en Debajo de mi sombrero: una voz icónica en tiempo de despedida
- 3 Un festival de leyendas: el cartel completo de Debajo de mi sombrero
- 4 Palacio Vistalegre: arquitectura popular para una noche de música y cine
- 5 Cómo vivir Debajo de mi sombrero como un auténtico planazo madrileño
- 6 Entradas, horarios y claves prácticas para Debajo de mi sombrero
- 7 Galería de fotos
Qué es Debajo de mi sombrero y por qué todo el mundo habla de él
Debajo de mi sombrero es un festival de una sola noche que reúne en Madrid a varias de las voces que marcaron la llamada Edad de Oro del pop español. El 12 de diciembre de 2025 el Palacio Vistalegre se convierte en un gran escenario para revivir himnos generacionales, pero también en un enorme plató de rodaje. Porque aquí no se trata solo de escuchar canciones míticas: el concierto forma parte de una película, y el público entra literalmente en el plano, convirtiéndose en parte de la historia musical que se está contando.
Además, el diseño del evento busca algo más que el típico revival. La idea es que la gente que vibró con estos grupos en los 80 y 90 comparta ahora la experiencia con nuevas generaciones, mezclando nostalgia y descubrimiento. Por eso la puesta en escena se cuida al detalle, el set list está pensado para cantar de principio a fin y el ritmo del show encaja con los tiempos del rodaje. Es un híbrido curioso entre concierto clásico, gala televisiva y rodaje cinematográfico en vivo.
Jaime Urrutia en Debajo de mi sombrero: una voz icónica en tiempo de despedida
Jaime Urrutia llega a Debajo de mi sombrero en un momento dulce y a la vez crepuscular de su carrera. Sigue girando, su repertorio aguanta el paso del tiempo y su figura conserva ese punto de dandi castizo con el que se hizo reconocible al frente de Gabinete Caligari. Sin embargo, el propio músico ha deslizado su intención de grabar un último disco de despedida, un trabajo cuidado al milímetro con el que cerrar una trayectoria que ha dejado una marca profunda en el pop rock español.
En este contexto, verlo en el escenario de Vistalegre tiene un matiz especial. Por un lado, recupera canciones que suenan a memoria colectiva de Madrid: himnos de barras de bar, de afters infinitos y de una ciudad que aprendía a reconocerse moderna. Por otro, se integra en un cartel coral donde comparte protagonismo con compañeros de generación como Seguridad Social, Rafa Sánchez, Javier Gurruchaga, Carlos Segarra, Miguel Costas, Javier Ojeda o Tennessee. Para muchos, Debajo de mi sombrero será la ocasión de verle en un gran recinto, en formato de festival, antes de que ese disco de despedida empiece a tomar forma definitiva.
Además, su presencia funciona como puente perfecto entre la estética castiza de algunos de sus temas y el carácter popular del propio Palacio Vistalegre. El contraste entre la épica de las letras, el sonido de guitarras muy reconocible y un público que lo corea todo convierte su tramo del concierto en uno de los momentos más esperados de la noche. Para quienes crecieron con él, será un pequeño homenaje en vida; para quienes lo descubran allí, una lección acelerada de historia del pop madrileño.
Un festival de leyendas: el cartel completo de Debajo de mi sombrero
El gran atractivo de Debajo de mi sombrero está en su cartel coral. Sobre el escenario se suceden bandas y solistas que dominaron radios, bares y verbenas urbanas durante los 80 y 90. Entre los nombres confirmados aparecen Seguridad Social, Javier Gurruchaga con la Orquesta Mondragón, Rafa Sánchez como voz de La Unión, Carlos Segarra al frente del universo rockabilly de Los Rebeldes, Miguel Costas recordando la actitud deslenguada de Siniestro Total, Javier Ojeda representando a Danza Invisible o los incombustibles Tennessee con su doo wop españolizado.
Además, Debajo de mi sombrero cuenta con Dr. Livingstone como una de las almas creativas del proyecto, tanto en el escenario como en la parte cinematográfica. El festival está presentado por Fernandisco, locutor emblemático asociado a la época dorada de Los 40, lo que añade una capa más de guiño generacional. Durante aproximadamente cuatro horas, el formato alternará bloques musicales con momentos pensados para el rodaje: tomas panorámicas, reacciones del público, movimientos de cámaras por el foso y en gradas, todo medido para que la experiencia funcione tanto en directo como en pantalla.
Por tanto, no estamos ante el clásico concierto en el que cada artista hace un mini recital aislado y se marcha. Aquí el cartel se concibe como una gran historia coral sobre la edad dorada del pop español. Se cruzan estéticas, se mezclan generaciones en las butacas y se juega con la memoria musical colectiva. Debajo de mi sombrero intenta condensar en una sola noche la sensación de aquella década y media en la que las radios mandaban, los estribillos se pegaban para siempre y la ciudad se acostumbraba a vivir entre salas, macroconciertos y festivales de verano.
Palacio Vistalegre: arquitectura popular para una noche de música y cine
Situado en el distrito de Carabanchel, el Palacio Vistalegre es uno de los recintos multifuncionales más singulares de Madrid. Levantado sobre la antigua plaza de toros, combina la huella de su origen con la lógica de una arena cubierta contemporánea pensada para conciertos, eventos deportivos y grandes formatos de entretenimiento. Su graderío perimetral, la pista central diáfana y los accesos perimetrales permiten adaptar el aforo y la configuración según el tipo de espectáculo, lo que resulta ideal para un evento híbrido como Debajo de mi sombrero.
Además, la envolvente del edificio y su cubierta cerrada aseguran una acústica controlada y una iluminación escénica potente, claves para un rodaje cinematográfico. Para esta cita, Vistalegre actúa casi como un estudio de cine oversize: cámaras sobre raíles, travellings entre el público, planos cenitales y juegos de luces que deberán quedar bien tanto en directo como en la película posterior. La versatilidad del recinto permite situar grúas y equipos técnicos sin bloquear la visión general, un detalle que suele apreciarse cuando se mezcla música en vivo con lenguaje audiovisual.
Por otro lado, el entorno urbano acompaña. El barrio cuenta con una mezcla de viviendas, pequeño comercio y espacios comerciales que hacen que llegar con antelación sea buena idea para picar algo o tomar una caña antes del concierto. La cercanía al metro Vista Alegre de la línea 5 y a varias líneas de autobús facilita que mucha gente llegue en transporte público, algo casi imprescindible cuando se prevén miles de asistentes, equipos de rodaje, vehículos de producción y un ambiente de gran estreno musical en torno a Debajo de mi sombrero.
Cómo vivir Debajo de mi sombrero como un auténtico planazo madrileño
Si quieres exprimir Debajo de mi sombrero más allá de sentarte en tu asiento y cantar, conviene planear la jornada como un auténtico ritual pop. La apertura de puertas está prevista a última hora de la tarde, así que es buena idea llegar con tiempo para evitar colas, localizar tu zona y empezar a empaparte de ambiente. En este caso, además, la organización utilizará momentos de espera para captar planos generales del público, por lo que puede que entres en escena antes de lo que imaginas.
También tiene sentido pensar el look de la noche. No es obligatorio disfrazarse de años 80, pero muchos asistentes apostarán por guiños estéticos: chupas de cuero, camisetas de grupos, hombreras, colores vivos o incluso sombreros que jueguen con el propio título del festival. Esto no solo ayuda a la atmósfera, también funciona muy bien delante de las cámaras. Además, conviene revisar las normas de acceso a menores, el funcionamiento del aparcamiento y las recomendaciones habituales de aforo completo en Vistalegre: llegar en transporte público, llevar la entrada descargada y asumir que será una noche de movimiento constante entre cámaras, focos y un público entregado.
Por último, si vas con grupo de amigos o familia, podéis convertir Debajo de mi sombrero en el pistoletazo de salida oficioso de la Navidad madrileña. Cenar algo por Carabanchel o por la almendra central antes del concierto, comentar qué grupo esperáis con más ganas, repasar playlist de los artistas en el metro y luego cerrar la noche volviendo a casa con la sensación de haber vivido algo que se verá en cines. Es uno de esos planes que combinan memoria, presente y anécdotas futuras, muy en la línea del espíritu festivo de este festival tan peculiar.
Entradas, horarios y claves prácticas para Debajo de mi sombrero
En la parte más práctica, Debajo de mi sombrero se celebra el viernes 12 de diciembre de 2025 en el Palacio Vistalegre. La apertura de puertas está prevista a primera hora de la tarde-noche y el inicio del concierto se sitúa en torno a las 19:30, con una duración aproximada de cuatro horas. Es decir, te espera una sesión larga, intensa y pensada para ir encadenando artistas sin apenas tiempos muertos, ya que el rodaje necesita un flujo constante de energía en el recinto.
Las entradas se organizan por zonas, con pista y diferentes anillos de grada, y ofrecen precios escalonados que arrancan en torno a los treinta euros, dependiendo de la ubicación y las promociones puntuales. Conviene comprarlas con antelación, porque el aforo es limitado debido a las necesidades del rodaje. Recuerda llevar la entrada descargada en el móvil y un documento de identificación, especialmente si vas con menores, ya que los menores de 16 años deben entrar acompañados por un adulto responsable y permanecer en la misma zona durante todo el evento.
En cuanto al acceso, el Palacio Vistalegre se encuentra en la calle Matilde Hernández y se puede llegar fácilmente en metro por la línea 5 (parada Vista Alegre) o combinando varias líneas de autobús urbano. También hay opciones de aparcamiento de pago en el entorno, pero en noches de gran afluencia suele resultar más cómodo el transporte público. Planificar la salida con tiempo, revisar los horarios de metro y fijar un punto de encuentro con tu grupo facilitará la vuelta a casa después de esta noche única de música y cine que propone Debajo de mi sombrero.
Galería de fotos
Prepárate para revisar estas imágenes y empezar a imaginar cómo será vivir este festival y rodaje desde dentro.
