Belén acuático de tiburones en el Zoo de Madrid
El Belén acuático de tiburones en el Zoo de Madrid se ha convertido en uno de esos planes navideños que todo madrileño debería vivir al menos una vez. Entre agua, luces y peces enormes, la Navidad se instala en el gran tanque de tiburones del acuario y transforma la visita al zoo en una experiencia casi escenográfica. Además, la instalación se acompaña de propuestas solidarias y educativas que conectan conservación, inclusión y fiesta, por lo que es perfecta para una escapada diferente estas fiestas en plena Casa de Campo.
Tabla de Contenidos
- 1 Qué es el Belén acuático de tiburones en el Zoo de Madrid
- 2 Cómo se instala el Belén acuático de tiburones en el Zoo de Madrid
- 3 Navidad solidaria y exposición fotográfica en el Zoo de Madrid
- 4 Visitar el Belén acuático de tiburones: horarios, entradas y consejos
- 5 El Zoo de Madrid y la Casa de Campo: un entorno perfecto para un día completo
- 6 Por qué el Belén acuático de tiburones es un plan imprescindible esta Navidad
- 7 Galería de fotos
Qué es el Belén acuático de tiburones en el Zoo de Madrid
El Belén acuático del Zoo Aquarium de Madrid es un nacimiento navideño instalado dentro del gran tanque de tiburones, rodeado por rayas, tortugas marinas y meros gigantes. No se trata de un simple decorado, sino de una escena cuidadosamente diseñada para convivir con las especies que habitan el acuario, respetando su comportamiento y sus rutinas. Como cada Navidad, los acuaristas del zoo se encargan de sumergir las figuras del portal, y este año lo han hecho acompañados por buceadores del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil, que han colocado el nacimiento literalmente entre tiburones.
Esta tradición lleva décadas formando parte de la programación navideña del Zoo de Madrid y ya es una de las imágenes más icónicas de las fiestas en la ciudad. Mientras los visitantes pasean frente al cristal panorámico del tanque, pueden ver cómo las figuras del portal de Belén comparten espacio con escualos que se deslizan en segundo plano, rayas que cruzan la escena o tortugas marinas que parecen supervisar la instalación. El resultado, por tanto, es una postal navideña en movimiento que mezcla arquitectura efímera, iluminación y comportamiento animal en un mismo escenario.
Cómo se instala el Belén acuático de tiburones en el Zoo de Madrid
La colocación del Belén acuático es casi una pequeña obra de ingeniería submarina. Primero se prepara la estructura del nacimiento en superficie, calculando pesos y anclajes para que las figuras se mantengan estables en el fondo del tanque sin interferir en la circulación del agua ni en los desplazamientos de los animales. Después, los acuaristas se equipan con botellas y trajes de buceo y, coordinados desde la galería técnica, van descendiendo las piezas con ayuda de líneas y boyas para evitar golpes o movimientos bruscos que puedan alterar a los tiburones y al resto de especies.
Este año, además, dos buceadores del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil se han sumado al equipo del zoo para participar en la instalación. La escena tiene algo de coreografía: los GEAS conducen las figuras principales —la Virgen, San José y el Niño— hasta la zona elegida del fondo, mientras los acuaristas supervisan distancias, corrientes y reacciones de los animales. Los tiburones, acostumbrados a la presencia de buceadores en tareas de mantenimiento, continúan sus rutas con una mezcla de curiosidad y calma, lo que genera un contraste muy potente entre la solemnidad del nacimiento y la energía de los grandes depredadores marinos.
Una vez fijadas las figuras, se revisa que no haya aristas peligrosas ni elementos que puedan soltarse con el movimiento del agua. Al mismo tiempo, el equipo de iluminación comprueba los puntos de luz que bañan el tanque desde el exterior para realzar el Belén acuático durante las jornadas más festivas. De esta forma, cuando se abre al público, el conjunto aparece integrado en la vida diaria del acuario, sin cables visibles ni artificios que rompan la ilusión de estar contemplando un pequeño escenario submarino completamente natural.
El Belén acuático de tiburones en el Zoo de Madrid no se queda solo en lo visual. Este año se ha convertido también en la antesala de la presentación del Calendario Solidario de la Guardia Civil 2026, cuya recaudación se destina íntegramente a la Confederación Autismo España. La inauguración del nacimiento submarino enlaza con el estreno de una exposición fotográfica que puede verse en el propio zoo y que recorre, mes a mes, las imágenes que componen el calendario, realizadas junto a animales emblemáticos del parque y de otros centros del mismo grupo.
La muestra se ubica al inicio del recorrido europeo del Zoo, junto a la instalación de cabra hispánica, y reúne trece fotografías de gran formato. En ellas participan personas con Trastorno del Espectro Autista y efectivos de distintas especialidades de la Guardia Civil, desde el Seprona hasta unidades de montaña, tráfico, caballería o servicio aéreo. La idea, más allá del aspecto estético, es visibilizar la diversidad, mostrar el vínculo entre personas con TEA, la naturaleza y las fuerzas de seguridad, y fomentar un ocio accesible donde los espacios dedicados a la conservación sean también entornos de inclusión y encuentro.
La exposición puede visitarse durante toda la campaña navideña y, además, se mantendrá abierta a lo largo del año 2026 para quienes se acerquen al zoo fuera de las fechas clave. El calendario solidario, por su parte, se vende a un precio asequible y se puede adquirir tanto a través de los canales habituales de la Confederación Autismo España como en la tienda principal del Zoo de Madrid mientras haya existencias. Así, un plan festivo y familiar como el del Belén acuático se convierte, al mismo tiempo, en una forma muy directa de colaborar con proyectos que mejoran la vida de personas con autismo y sus familias.
Visitar el Belén acuático de tiburones: horarios, entradas y consejos
Si quieres ver de cerca el Belén acuático de tiburones en el Zoo de Madrid, lo primero es tener claro que se trata de una instalación incluida en la visita general al parque. No hay un suplemento específico para el nacimiento: basta con acceder al zoo y acercarse a la zona del acuario, donde el gran tanque de tiburones se convierte en uno de los puntos fuertes del recorrido. Durante la Navidad, el zoo suele reforzar su programación con charlas temáticas, talleres familiares y actividades especiales, por lo que conviene revisar los horarios concretos antes de organizar el día.
En cuanto a las entradas, el Zoo Aquarium de Madrid trabaja con tarifas variables según temporada, edad y promociones puntuales. A lo largo del año aparecen campañas de precio especial para visitas en determinadas fechas o compras online anticipadas, lo que puede ayudar a ajustar el presupuesto si vas en familia o en grupo. Por eso es recomendable consultar con cierta antelación las ofertas vigentes, comprobar si hay descuentos para familias numerosas, personas con discapacidad o jóvenes, y valorar la compra anticipada para evitar colas en taquilla en los días de máxima afluencia navideña.
En el plano práctico, merece la pena reservar un buen tramo de la mañana o la tarde para el acuario. Aunque el Belén submarino es el gran reclamo, el conjunto de tanques permite apreciar tiburones de distintas especies, bancos de peces multicolores, corales y medusas, así como tortugas marinas en amplias instalaciones. Si viajas con niños, una buena estrategia es combinar la visita al acuario con los espacios exteriores del zoo —pandas, elefantes, jirafas o aves— para ir alternando interiores y exteriores y mantener el ritmo. Y no olvides una chaqueta ligera: la temperatura de la galería del acuario es estable y puede notarse fresca tras caminar por la Casa de Campo.
El Zoo de Madrid y la Casa de Campo: un entorno perfecto para un día completo
Más allá del propio Belén acuático de tiburones en el Zoo de Madrid, el contexto urbano en el que se ubica suma muchos puntos al plan. El zoo se encuentra en plena Casa de Campo, el gran parque histórico del oeste de la ciudad, un antiguo coto de caza real convertido hoy en pulmón verde y espacio de ocio para miles de madrileños. Además, está muy bien conectado por transporte público, con estación de metro cercana y varias líneas de autobús que permiten llegar sin necesidad de coche, algo especialmente cómodo en fechas navideñas, cuando el tráfico se intensifica en muchas zonas.
La propia Casa de Campo ofrece la posibilidad de alargar el día más allá de la visita al zoo. Puedes combinar el recorrido por el acuario y los recintos de animales con un paseo por los caminos arbolados, una vuelta por el lago o incluso un trayecto en teleférico para disfrutar de vistas panorámicas de Madrid. Para quienes se fijan en la arquitectura y el urbanismo, la llegada al recinto permite apreciar el contraste entre la malla urbana densa de los barrios colindantes y la gran superficie verde del parque, con equipamientos como el parque de atracciones, instalaciones deportivas y zonas de picnic distribuidas en un paisaje de colinas suaves.
La ubicación, además, hace que el zoo encaje muy bien en un fin de semana largo en la ciudad. Es fácil organizar un itinerario que combine el centro histórico —Plaza Mayor, Palacio Real, ejes comerciales— con una jornada más relajada en la Casa de Campo. Desde el punto de vista de quienes viven en Madrid, el Belén acuático funciona como excusa perfecta para redescubrir un espacio que mucha gente asocia solo a excursiones escolares. Desde la óptica turística, en cambio, suma a la oferta de mercadillos, luces y belenes tradicionales un plan diferente, visualmente muy potente y especialmente atractivo para amantes del mundo marino.
Hay muchos belenes repartidos por Madrid, pero pocos tan originales como el Belén acuático de tiburones en el Zoo de Madrid. La combinación de fauna marina, luz azulada y silencio filtrado por el agua genera una atmósfera casi teatral que engancha tanto a peques como a adultos. Además, la presencia de los buceadores de los GEAS en la instalación refuerza esa sensación de estar asistiendo a un pequeño ritual anual en el que diferentes instituciones se coordinan para dar la bienvenida a la Navidad de una manera muy visual.
A esto se suma el componente solidario y educativo que envuelve todo el proyecto. La colaboración con la Confederación Autismo España, la exposición fotográfica y las actividades complementarias convierten la visita en algo más que una simple foto frente al cristal. Por un lado, se transmite un mensaje claro sobre inclusión y diversidad; por otro, se refuerza la idea de que los parques zoológicos modernos deben ser espacios de conservación, sensibilización y aprendizaje. Todo ello encaja especialmente bien en estas fechas, cuando muchos buscan planes que, además de entretener, aporten un pequeño plus de conciencia social.
Si te interesa la arquitectura de espacios expositivos, el diseño de acuarios o simplemente buscas un plan navideño distinto, merece la pena reservar un hueco en la agenda para acercarte a la Casa de Campo y verlo en directo. Entre el brillo de los tiburones, las figuras del nacimiento y las historias que cuentan las fotografías del calendario solidario, es fácil salir del zoo con la sensación de haber viajado por un rato a otro mundo sin salir de Madrid. Y, de paso, habrás sumado tu granito de arena a una iniciativa que conecta ocio, ciudad y compromiso social en una misma experiencia.
Galería de fotos
Prepárate para sumergirte en imágenes llenas de luz azul, tiburones en movimiento y una Navidad submarina absolutamente distinta.
