La Escolanía de El Escorial en el Fernán Gómez: Navidad

Madrid se pone seria con la Navidad cuando suena un coro bien afinado, y este plan lo confirma. La Escolanía de El Escorial en el Fernán Gómez trae una única cita pensada para escuchar, respirar y dejar que el centro de la ciudad baje una marcha. Además, el concierto se celebra en la Sala Guirau, un espacio grande pero acogedor, perfecto para que las voces infantiles llenen el aire sin prisas. Por eso, si buscas un domingo distinto, aquí tienes una propuesta elegante y muy madrileña.

Qué es la Escolanía de El Escorial y por qué suena a tradición viva

La Escolanía de El Escorial es una institución coral con décadas de trabajo constante, y eso se nota en cómo cuida el sonido, la dicción y el estilo. Nació en 1974 vinculada al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, y desde entonces ha sido una referencia en el ámbito de la música coral infantil y juvenil en España. Además, no funciona como un “coro de ocasión”: los niños combinan su formación académica con un aprendizaje musical continuo, lo que da esa mezcla de disciplina y frescura que tanto engancha.

Actualmente la forman 40 niños de entre 9 y 17 años. Por tanto, en el escenario conviven timbres muy distintos: voces muy blancas y ligeras, y otras más asentadas. Ese equilibrio, en cambio, evita el típico sonido plano. A nivel artístico, la dirección recae en José María Abad Bolufer como director artístico y en Pedro Alberto Sánchez como maestro de capilla. Además, para esta cita en Madrid se suma el acompañamiento al piano de Yulia Kazharskaya, un detalle que da más color y sostiene los momentos íntimos.

Lo interesante, además, es que una escolanía no solo interpreta villancicos. También trabaja repertorio sacro, piezas contemporáneas y arreglos que exigen precisión. Por eso, cuando se anuncia la Escolanía de El Escorial en el Fernán Gómez, no hablamos solo de una tarde navideña: hablamos de una escuela de música en formato concierto, con un nivel que suele sorprender incluso a quien “no es de coros”.

Escolanía de El Escorial en el Fernán Gómez: fecha, hora y sala

La cita es un único concierto en Madrid, lo cual le da ese punto de “ahora o nunca” que viene genial para decidirse. Se celebra el domingo 14 de diciembre a las 19:00, en la Sala Guirau del Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa. Además, el lugar no podría estar mejor colocado: Plaza de Colón, en pleno eje de Recoletos, con un ambiente navideño que ya empieza a notarse al caer la tarde.

La Sala Guirau, además, juega a favor del concierto. Tiene un aforo total de 682 personas, así que es una sala grande, sí, pero mantiene cercanía visual y buena presencia sonora. Por eso conviene llegar con margen: entrar sin carrera cambia por completo la experiencia, sobre todo en un recital pensado para la escucha tranquila. Además, el edificio funciona como centro cultural con varias salas, y esa vida interior hace que la llegada se sienta como “plan de ciudad”, no como un trámite.

En cuanto a accesos, el entorno es comodísimo. Tienes metro en Colón y Serrano, y también Cercanías en Recoletos, lo que facilita venir desde casi cualquier punto de Madrid. Por tanto, si quedas con gente que vive en otros barrios, este plan evita discusiones logísticas. Y si vienes caminando, además, puedes convertirlo en paseo: Recoletos, Biblioteca Nacional y Castellana quedan a un paso y ayudan a entrar en modo “domingo cultural”.

Escolanía de El Escorial en el Fernán Gómez: un programa con cuna, nieve y noche serena

Este concierto se construye con una idea clara: la canción de cuna como hilo conductor. Y, sin embargo, no se queda en lo dulce o en lo previsible. La cuna aquí funciona como atmósfera: melodías que mecen, armonías que respiran y un tempo que invita a bajar el volumen mental. Por eso el repertorio mezcla piezas conocidas por el gran público con obras que, además, amplían el mapa musical de la Navidad.

En el programa aparecen villancicos y títulos muy reconocibles, como A la nanita nana, White Christmas y Stille Nacht, heiligen Nacht. Además, se suman nombres de autores que garantizan variedad estilística: Johannes Brahms, Peter Warlock, John Rutter o Eric Whitacre, entre otros. Por tanto, la escucha va cambiando de textura: desde lo más clásico a lo más contemporáneo, con momentos de delicadeza y otros de brillo coral.

El concierto se organiza en dos partes, lo que ayuda a mantener la atención y a que el público “entre” de verdad en el sonido. Además, si vas con alguien que no suele ir a música coral, esta estructura funciona: puedes comentar en el intermedio, ajustar expectativas y volver a sentarte con otra energía. En cambio, si eres de los que van a dejarse llevar, el hilo de la cuna te permite escuchar sin ir contando piezas, como cuando una historia se entiende aunque no te sepas el final.

El Fernán Gómez y la Sala Guirau: arquitectura cultural para escuchar con calma

El Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa es uno de esos equipamientos que sostienen la vida cultural de Madrid sin hacer ruido. Está en Plaza de Colón, en una zona muy transitada, y aun así al cruzar la puerta cambia el ritmo. Además, el centro reúne varias salas y espacios expositivos, así que siempre hay sensación de movimiento cultural, incluso cuando vienes solo a un concierto.

La Sala Guirau es el gran auditorio del centro. Con 682 localidades, permite programación de teatro, danza y música con formatos amplios. Por eso, para un coro infantil, el reto es doble: llenar el espacio y mantener la claridad. Sin embargo, precisamente ahí brilla una escolanía bien trabajada, porque la afinación y el empaste se perciben mucho más cuando la sala es exigente.

Además, el entorno urbano suma. Antes o después, puedes convertir el concierto en una ruta corta por el eje cultural del centro norte: Recoletos, la Biblioteca Nacional, las galerías de la zona y el propio Paseo de la Castellana quedan cerca. Por tanto, el plan no se reduce a “entrar y salir”. En cambio, si prefieres lo simple, también funciona como cita de una sola pieza: llegar, sentarte, escuchar y volver a casa con la sensación de domingo aprovechado.

Cómo vivir el concierto como un plan redondo (y sin agobios)

Un concierto navideño puede ser el típico “plan bonito” o puede convertirse en una experiencia completa. Por eso conviene preparar un par de detalles. Primero, llega con tiempo: el acceso a la sala, el abrigo, el programa y el acomodarse influyen más de lo que parece. Además, al ser domingo por la tarde, la zona de Colón suele tener movimiento, así que ir con margen te evita entrar acelerado.

Segundo, escucha con intención. Suena obvio, sin embargo la música coral tiene matices que se disfrutan más si te permites el silencio interior: cómo se reparten las voces, cómo respira el coro y cómo el piano sostiene sin imponerse. Además, en un repertorio con canciones de cuna, los pianísimos cuentan tanto como los momentos brillantes. Por eso, si sueles ir a conciertos con “modo multitarea”, aquí merece la pena desconectar de verdad.

Tercero, si vas en grupo, acuerda un punto de encuentro claro. La Plaza de Colón y los Jardines del Descubrimiento facilitan quedar, y además son un buen “antesala” para entrar. Por tanto, puedes llegar, caminar cinco minutos, comentar el día y entrar ya en sintonía. Y si vas solo, en cambio, este es un plan perfecto: no exige compañía para disfrutarse, y aun así te devuelve la sensación de estar conectado con la ciudad.

Por último, recuerda que es una cita única en Madrid. Además, al salir, la zona invita a alargar el plan con un paseo corto por Recoletos o hacia Alonso Martínez, según te apetezca. Así, la Escolanía de El Escorial en el Fernán Gómez no se queda en un “evento”: se convierte en un rito urbano de diciembre, de los que te colocan el ánimo donde toca.

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