Corredor ecológico en Valdecarros: recuperación del arroyo Valdeculebra

Corredor ecológico en Valdecarros: recuperación del arroyo Valdeculebra

El corredor del arroyo de Valdeculebra es la pieza que hace legible el Bosque Metropolitano en el sureste. Donde hoy hay lomas, taludes y barreras de infraestructuras, el Plan Especial propone un pasillo ecológico continuo con forma de ‘Y’ que conecta La Gavia y el Ensanche de Vallecas con Valdecarros y, desde ahí, con Las Lomas y el Parque Regional. No es un parque más: es la costura entre ciudad y campo, diseñada con criterios hidrológicos, ecológicos y de uso diario.

Dónde está y qué persigue

La unidad de ordenación UO.12 se apoya en el valle del arroyo entre la etapa 5 de Valdecarros (oeste) y el borde verde del Ensanche de Vallecas (este). Su objetivo es preservar la morfología del valle, asegurar la continuidad del corredor territorial y vincularlo a redes peatonales y ciclistas reales, no sólo dibujadas.

Parcelas afectadas
Parcelas afectadas

Para lograrlo, el plan fija cuatro líneas maestras: ecoconectores en el norte y el sur, integración de la vía pecuaria junto al arroyo, red ciclista longitudinal con cosidos transversales y protección estricta de la continuidad del corredor en las futuras conexiones entre barrios.

La jugada urbanística: permutar para ganar verde

El punto crítico está en el borde de Valdecarros. La propuesta reagrupa usos industriales previstos y los permuta con dotacionales de borde, de modo que parte de esos suelos pasan a zona verde y el corredor gana anchura, continuidad y calidad paisajística. Sin este movimiento, los taludes de la plataforma edificada comprimirían el valle y estrangularían la ‘Y’.

Mapa de los distintos bosques que abarcan el entorno
Mapa de los distintos bosques que abarcan el entorno

Dos llaves maestras: ecoducto norte y ecoducto sur

La continuidad depende de salvar las barreras. Al norte, el ecoducto “Vallecas” cruza la M-45 para enlazar La Gavia con el corredor. Al sur, el ecoducto “Valdeculebra” vuela la LAV y la M-50 para abrir paso hacia el sistema de Los Migueles y el Parque Regional. Ambos están identificados y parametrizados en el documento ambiental, con posiciones, longitudes y anchos útiles.

Además, el plan condiciona las conexiones Vallecas–Valdecarros: donde no haya paso inferior del corredor, las soluciones deberán ser en puente o viaducto, con terraplenes vegetales y pendientes suaves para no cortar la continuidad ecológica ni castigar al peatón y la bici.

Caminos y bici: el valle como espina dorsal

Se plantea una red caminable continua y una malla ciclista paralela al cauce, con jerarquía clara entre pistas de mantenimiento y sendas de uso público. La vía pecuaria de Valdeculebra se urbaniza “a la mínima”: acompaña la topografía y conecta itinerarios del Ensanche. En los bordes de Valdecarros se mitigan taludes, se baja pendiente y se añade arbolado de alineación para dar sombra y confort.

Red ciclista propuesta por el ayuntamiento
Red ciclista propuesta por el ayuntamiento

El plan también recupera trazas del “Camino Viejo a la cantera de la Inmaculada” y resuelve los cruces de la colada con pasos superiores específicos, evitando desniveles de 5 a 11 metros que hoy hacen impracticable el tránsito.

Tratamiento forestal: mosaico, no monocultivo

El corredor se resuelve con un mosaico de coberturas: refuerzo de riberas, enriquecimiento de bordes en Vallecas y control de erosión en los taludes de Valdecarros. Zonas como Cerro Milano o el “Bosque del Murmullo” actúan como nodos de sombra, estancia y biodiversidad.

Escala metropolitana

Valdeculebra es una pieza del Lote 3 del Bosque Metropolitano, el “anillo verde del sureste”, que teje 36,5 km² y conecta Los Cerros, El Cañaveral, Ahijones, Berrocales, Ensanche y Valdecarros con el Parque Regional. El documento ambiental cuantifica la operación: 15 estructuras previstas, 22 nuevas y 32 mejoras de pasos existentes para asegurar la permeabilidad ecológica.

La Gran Vía del Sureste se reconfigura como corredor urbano con plataforma BRT central y bulevar forestal, incrementando sombra y permeabilidad del suelo y reduciendo su efecto barrera. En sus extremos, el ecoducto sobre la M-45 remata la continuidad entre lotes.

Gran Vía del Sureste

Nuestro antes/después

En 2021 recorrimos el trazado para documentar el estado base del valle, los taludes de borde y la traza de la colada. Ese material sirve para entender por qué la continuidad peatonal y ciclista es crítica y cómo la ‘Y’ verde resuelve los puntos negros.

Galería de fotos

Descubre las imágenes del futuro corredor ecológico en Valdecarros y su impacto en el entorno.

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