La Hiruela: ruta de senderismo fácil por pequeños senderos
Si te apetece un plan de naturaleza que parezca “lejos” pero se haga en un día, la ruta de senderismo en La Hiruela es de esas apuestas que salen bien. Combina pequeños senderos señalizados, tramos de bosque y la recompensa final de llegar a un pueblo diminuto y muy auténtico, de los que invitan a bajar el ritmo. Además, es una caminata amable para iniciarse: vas sumando paisaje sin complicarte con grandes desniveles. Por eso, cuando una creadora de contenido como Azahara González dice que es fácil y con paisajes alucinantes, tiene bastante sentido.
Tabla de Contenidos
- 1 Qué es la ruta de senderismo en La Hiruela y por qué engancha
- 2 Dónde está La Hiruela y qué ver al terminar la ruta de senderismo en La Hiruela
- 3 Cómo llegar: opciones prácticas para plantear la ruta de senderismo en La Hiruela
- 4 Dificultad, duración y consejos para hacerla fácil (sin sustos)
- 5 Paisajes, mejores momentos del año y cómo exprimir la ruta de senderismo en La Hiruela
- 6 Galería de fotos
Qué es la ruta de senderismo en La Hiruela y por qué engancha
La Hiruela es uno de los pueblos más pequeños y mejor conservados de la Sierra Norte madrileña. Y, por tanto, el plan tiene dos capas: por un lado caminas por senderos cortos y muy disfrutones; por otro, terminas en un casco urbano que se siente serrano de verdad. La gracia de la ruta de senderismo en La Hiruela no está en “tachar kilómetros”, sino en ir enlazando rincones: muros de piedra, dehesas, arbolado y esa atmósfera de valle que cambia mucho según la luz. Además, aquí la señalización suele facilitarte la vida, así que no dependes tanto de ir “con el GPS pegado a la mano”. En cambio, sí conviene venir con mentalidad tranquila: esta es una ruta para mirar, parar, escuchar y volver con la sensación de haber hecho algo completo en pocas horas.
Dónde está La Hiruela y qué ver al terminar la ruta de senderismo en La Hiruela
La Hiruela está en el extremo norte de la Comunidad de Madrid, en una zona de montaña y bosques que se presta al senderismo casi todo el año. Aun así, si puedes elegir, otoño y primavera suelen dar ese extra de color y de frescor que hace que el paseo parezca una película. Cuando terminas la caminata, el propio pueblo funciona como “premio”: calles pequeñas, arquitectura tradicional y un ambiente que invita a alargar el plan con calma. Además, es fácil montar una mini ruta urbana para rematar: asomarte a los puntos más pintorescos, localizar la iglesia, curiosear la trama de calles y buscar un sitio donde sentarte un rato. Por supuesto, el gran consejo es sencillo: guarda tiempo para el final. Si llegas, haces una foto y te vas, te pierdes la mitad del encanto.
Cómo llegar: opciones prácticas para plantear la ruta de senderismo en La Hiruela
Para organizar el día, lo más habitual es ir en coche desde Madrid, porque te permite elegir la hora de salida y volver sin prisas. Además, así puedes encajar la caminata con paradas intermedias en miradores o en otros pueblos de la Sierra Norte si te apetece estirar el plan. Dicho esto, antes de salir conviene revisar el punto exacto de inicio y la disponibilidad de aparcamiento, porque en fines de semana la zona se anima. Por eso, si puedes, madruga un poco: llegas con calma, aparcas mejor y caminas con menos gente alrededor. En cambio, si vas en un día frío, agradeces empezar a andar cuando el sol ya ha levantado. Y, sobre todo, calcula el timing con un margen realista: entre carretera, paseo, fotos y el rato final en el pueblo, la excursión pide más tiempo del que parece.
Dificultad, duración y consejos para hacerla fácil (sin sustos)
La idea que se ha popularizado —que es una ruta fácil— encaja con el perfil de senderos locales alrededor de La Hiruela: recorridos más bien cortos, asumibles y pensados para disfrutar. Aun así, “fácil” no significa “sin preparación”. Por tanto, lleva calzado con suela decente, porque en zonas de tierra o piedra suelta se nota. Además, mete una capa extra en la mochila: en la Sierra Norte el tiempo cambia rápido, y ese “en cambio” entre sol y sombra puede bajar la sensación térmica. Por supuesto, agua y algo de comida siempre suman, aunque sea un paseo corto. Y aquí va el detalle que suele mejorar el día: camina más lento de lo que crees. Así, la ruta de senderismo en La Hiruela se convierte en un recorrido de paisaje, no en una carrera por terminar.
Paisajes, mejores momentos del año y cómo exprimir la ruta de senderismo en La Hiruela
Lo que más sorprende de esta zona es el cambio de escenas en pocos minutos. Tan pronto vas entre arbolado y sombra como sales a claros donde el valle se abre y el horizonte respira. Además, esa mezcla de caminos estrechos y tramos más cómodos crea la sensación de ir “descubriendo” el entorno a capas. Por eso, si buscas los famosos paisajes alucinantes, el truco está en el momento del día: primera hora suave o media tarde, cuando la luz rasante da volumen a los relieves. En otoño, además, los tonos del bosque elevan la experiencia sin esfuerzo. En cambio, en verano conviene evitar las horas centrales, porque aunque no sea una ruta larga, el sol se nota. Y si te apetece rematar con un plan redondo, reserva al menos una hora para pasear por el pueblo al final: es el broche que hace que todo tenga sentido.
Galería de fotos
Ahora sí: date el capricho de recorrer la ruta con la mirada antes de ponerte las botas.
