Acueducto romano de Aldovea en Torrejón
El acueducto romano de Aldovea se ha convertido en una pequeña gran joya arqueológica en Torrejón de Ardoz. Este fragmento, hoy expuesto en el Museo de la Ciudad, nos conecta con un paisaje agrícola romano que abastecía de agua a la antigua Complutum y a una gran villa de la zona. Además, se integra en pleno desarrollo del nuevo barrio de Aldovea, donde la expansión urbana convive, por fin, con la protección del patrimonio histórico.
Tabla de Contenidos
- 1 Qué es exactamente el acueducto romano de Aldovea
- 2 Un viaje al siglo III: cronología y contexto histórico del acueducto romano de Aldovea
- 3 Del subsuelo al Museo de la Ciudad: hallazgo y recuperación del acueducto romano de Aldovea
- 4 El acueducto romano de Aldovea y la transformación urbana del nuevo barrio
- 5 Cómo visitar el acueducto romano de Aldovea en el Museo de la Ciudad
- 6 Patrimonio, ciudad y futuro: lo que enseña el acueducto romano de Aldovea
- 7 Galería de fotos
Qué es exactamente el acueducto romano de Aldovea
Cuando hablamos del acueducto romano de Aldovea no pensamos en una gran muralla de arcos como la de Segovia, sino en un fragmento de una infraestructura hidráulica mucho más discreta, pero igualmente reveladora. Se trata de un tramo de conducción de agua, identificado como una de las principales vías de abastecimiento hídrico hacia Complutum, la actual Alcalá de Henares. Además, su función se vinculaba al riego de los campos y al suministro de una villa romana de entidad, pieza clave de la economía agrícola del entorno en los siglos finales del Imperio.
Los restos conservados permiten entender cómo los ingenieros romanos resolvían el transporte de agua a través de largas distancias, jugando con pendientes suaves, obras de fábrica puntuales y una integración muy precisa en el relieve. Aunque solo vemos una pequeña sección, el acueducto se inscribe en una red compleja de canales y conducciones que articulaban el territorio. Por tanto, su valor no reside solo en la pieza en sí, sino en todo el sistema que sugiere. Y eso abre una ventana muy potente para interpretar el paisaje de la zona este de la Comunidad de Madrid en época romana.
Un viaje al siglo III: cronología y contexto histórico del acueducto romano de Aldovea
La datación del acueducto romano de Aldovea se sitúa entre finales del siglo III y comienzos del siglo IV, un momento de transición en el Imperio romano, con cambios políticos, militares y económicos muy intensos. Sin embargo, a escala local, la inversión en infraestructuras hidráulicas demuestra que todavía existía capacidad para mantener sistemas productivos avanzados. Además, este tipo de conducciones revela la importancia estratégica de Complutum como núcleo urbano y como centro de gestión del territorio agrícola circundante, en el que se encuadraría la gran villa relacionada con este acueducto.
La villa a la que abastecía el acueducto romano de Aldovea no se ha excavado por completo, pero los arqueólogos señalan que su tamaño y el propio dispositivo de riego apuntan a una explotación agrícola potente, probablemente con cultivos de cereales, viñedo y olivar, además de huertas intensivas. Por eso, el fragmento conservado funciona como una pista clave para reconstruir cómo se organizaba la producción y el paisaje en el corredor entre Torrejón de Ardoz y Alcalá. Además, este tipo de hallazgos recoloca a Torrejón dentro del mapa de la romanización de la zona, normalmente más centrado en Complutum y su entorno inmediato.
Del subsuelo al Museo de la Ciudad: hallazgo y recuperación del acueducto romano de Aldovea
El fragmento del acueducto romano de Aldovea apareció durante las obras de urbanización del nuevo barrio de Aldovea, un desarrollo residencial al este de Torrejón de Ardoz. En plena intervención contemporánea sobre el territorio, la maquinaria desveló la huella de una infraestructura hidráulica de casi mil setecientos años. En ese momento entraron en juego los equipos de arqueología preventiva, que documentaron los restos, definieron su trazado y evaluaron su interés para la comprensión del sistema de abastecimiento antiguo hacia Complutum.
Tras el estudio arqueológico, el fragmento fue tratado y conservado, y finalmente donado al Museo de la Ciudad por la empresa urbanizadora. Además, el Ayuntamiento y la compañía impulsaron la creación de un nuevo espacio expositivo específico para mostrar el acueducto romano de Aldovea, integrándolo en un relato más amplio sobre la historia del municipio. Gracias a esta decisión, una estructura que podría haberse perdido bajo nuevas calles pasa a formar parte del patrimonio visitable. Y, sobre todo, se convierte en un caso de manual sobre cómo la expansión urbana puede dialogar con la memoria histórica si se gestionan bien los procesos.
El acueducto romano de Aldovea y la transformación urbana del nuevo barrio
El nuevo barrio de Aldovea es uno de los desarrollos recientes de Torrejón de Ardoz, con parcelas para vivienda unifamiliar, zonas verdes y nuevas infraestructuras viarias. En este contexto, la aparición del acueducto romano de Aldovea funciona como recordatorio de que cualquier crecimiento urbano pisa suelos con historia. Además, encaja con otros hitos contemporáneos de la zona, como la gran escultura “Escudo Torrejón” en la rotonda entre Aldovea y el barrio del Castillo, que refuerza la identidad visual del municipio a pie de calle.
Para quienes se plantean vivir en Aldovea o simplemente pasean por el entorno, saber que bajo este nuevo tejido residencial discurrió una conducción romana de agua cambia la percepción del lugar. De repente, las calles actuales se leen como una nueva capa sobre un paisaje agrícola antiguo, conectado con Complutum. Además, este tipo de hallazgos alimenta proyectos educativos locales, visitas guiadas y actividades culturales que ayudan a jóvenes y familias a entender que el urbanismo no comienza en el siglo XX, sino que es una superposición constante de épocas, intereses y formas de ocupar el territorio.
Cómo visitar el acueducto romano de Aldovea en el Museo de la Ciudad
Hoy, el acueducto romano de Aldovea se puede ver en el Museo de la Ciudad de Torrejón de Ardoz, dentro de un espacio expositivo específico que lo sitúa en su contexto histórico. Allí, el fragmento se muestra acompañado de paneles y recursos que explican su relación con Complutum, con el regadío agrícola y con la gran villa romana a la que abastecía. Además, el museo se integra en una red de equipamientos culturales municipales que incluyen teatro, centros culturales y una programación estable orientada tanto a público familiar como a visitantes especializados.
Para los amantes de la arquitectura y el urbanismo, la visita permite leer el acueducto romano de Aldovea casi como un plano en tres dimensiones de la ingeniería hidráulica romana. Observando los materiales, el modo de ejecutar la obra y la sección de la conducción se entiende mejor cómo Roma gestionaba el agua como infraestructura clave. Además, es un excelente punto de partida para combinar la jornada con un paseo por el nuevo barrio de Aldovea, la zona del Castillo o incluso una escapada a Alcalá de Henares, completando así el círculo entre la antigua Complutum y el crecimiento actual del corredor del Henares.
Patrimonio, ciudad y futuro: lo que enseña el acueducto romano de Aldovea
El caso del acueducto romano de Aldovea resume muy bien la tensión y la oportunidad que se dan cuando una ciudad en expansión se encuentra con su propio pasado. Por un lado, Torrejón de Ardoz crece con nuevos barrios, viviendas y servicios que responden a la demanda residencial del área metropolitana de Madrid. Por otro, el subsuelo devuelve piezas como este acueducto, que recuerdan que el territorio ya fue intensamente explotado, planificado y tecnificado hace siglos. Además, la decisión de musealizar el fragmento demuestra que es posible compatibilizar desarrollo y conservación si se incorporan criterios patrimoniales al planeamiento.
Desde la óptica de quienes amamos la ciudad y su historia, el acueducto romano de Aldovea invita a pensar los nuevos barrios como capítulos más de un relato larguísimo, no como hojas en blanco. Por tanto, visitar el Museo de la Ciudad, detenerse ante el fragmento del acueducto y luego recorrer Aldovea con calma es casi un ejercicio de lectura urbana: se pasa del siglo III a la actualidad en cuestión de minutos. Y, en el camino, se entiende mejor cómo el agua, las infraestructuras y el paisaje agrícola han sido siempre motores silenciosos de la forma de habitar el este de la Comunidad de Madrid.
Galería de fotos
Dale un rato a la vista y recorre en imágenes cómo el pasado romano se mezcla con el Torrejón más actual.
