Nuevas oficinas de Naturgy en Madrid
Ya han finalizado las obras de la nuevas oficinas de Naturgy en Madrid. La antigua sede de Gas Natural acogerá a 750 empleados de la compañía en 13.000 metros cuadrados distribuidos a lo largo de 12 plantas en superficie y 2 subterráneas.
Naturgy vendió en 2016 varios de los inmuebles que ocupaba por aquel entonces con la promesa de seguir como inquilino en ellos. La habitual formula del Lease-Back permite obtener liquidez aunque comprometa los gastos a largo plazo. Aún así parece que no permanecerá mucho tiempo en ellos, porque en 2019 anunció que dejaría la mítica sede de Unión Fenosa (Avenida de San Luis 77) para reunir a 1500 empleados en la antigua sede de Gas Natural (Avenida de América 38). Finalmente, tras la crisis del coronavirus, las restricciones sanitarias y la popularización del teletrabajo reducirán a la mitad el numero de empleados. Serán 750 empleados los que albergará esta nueva sede.
Esta nueva sede es sensiblemente más pequeña que la anterior, puesto que la sede de Unión Fenosa disponía de casi 32.000 metros cuadrados de superficie y más de 900 plazas de garaje. Sin embargo, las nuevas oficinas de Naturgy están en un edificio más alto, ubicado además en uno de los ejes principales de la ciudad. Por tanto es mucho más vistoso de cara al enfoque publicitario de la marca Naturgy. La anterior sede principal de Avenida San Luis permanecerá para algunas áreas de negocio de la compañía.
La oficina post-covid
Naturgy ha trasladado sus oficinas principales de Madrid a Avenida América 38. Para ello, el edificio ha sido reformado paralelamente a la crisis del coronavirus. Reflejo a la vez de la nueva etapa que afronta el grupo, y donde imperan los nuevos entornos de trabajo más sostenibles, flexibles y colaborativos.
Las nuevas oficinas, que la compañía ocupa en régimen de arrendamiento y que acogieron la sede de Gas Natural, dispone de 13.000 m2 de oficinas distribuidos en 14 plantas (dos de ellas bajo rasante). A este nuevo centro de trabajo se trasladarán alrededor de 750 personas en lugar de las 1.500 previstas hace dos años.
La obra de las nuevas oficinas, diseñadas por los estudios de arquitectura Sanz Pont y Ortiz.León, se han llevado a cabo con materiales de estricto respeto medioambiental. Incluyen una nueva fachada de muro cortina de estructura de madera de pino local así como un plan integral de calidad ambiental. De hecho, el nuevo edificio cumple con los estándares de calidad de Leed Gold y se ha trabajado con Ilunion (ONCE) todos los aspectos sobre accesibilidad al edificio.
La envolvente del edificio, y sus sistemas, se han proyectado para convertirlo en un modelo eco-eficiente, mejorando sus prestaciones, aislamiento térmico y consumo energético. Hasta el punto de que sirve como infraestructura de carga de vehículos eléctricos.
La distribución de los puestos de trabajo se ha realizado según la modalidad open space. Esto significa que cuenta con entornos flexibles, abiertos y conectados, y con una tecnología que permite la movilidad total del empelado empleado. Además, los nuevos espacios serán paperless, en línea con la sostenibilidad que la compañía está implantando en todas sus líneas de negocio.
Las nuevas oficinas también dispondrán de salas de reuniones, espacios de colaboración para equipos y salas polivalentes de gran tamaño y modulables, para atender las diferentes necesidades del día a día.
El comprador secreto de las oficinas de Naturgy en Madrid
La venta del inmueble fue compleja. En un principio, Naturgy (Gas Natural – Fenosa por aquel entonces) quería obtener 200 millones de euros con la venta de 4 de sus edificios en Madrid. Pero este en concreto tenía un problema. El edificio de la Avenida de América 38 no ocupaba sólo su parcela, había invadido la de al lado.
La venta en sí no debería suponer un problema. Normalmente estos casos en los que se invaden parcelas ajenas se suelen resolver en los tribunales aunque el edificio ya esté construido. A veces la justicia es lenta, pero finalmente lo normal es que el “invasor” indemnice al “invadido” con una cantidad económica y que le ceda el derecho de uso que corresponda de la parcela. Pero claro, para que ese derecho de uso quede oficializado y no haya problemas a lo largo de los años… hay que registrarlo.
La familia Lazcano era la afectada por la construcción de este edificio. Recibió su indemnización y no acabó de registrar el acuerdo del derecho de uso. Esto hace que cualquier persona (o empresa) que quiera comprar ese edificio a través de una hipoteca se encuentre con que el banco le deniega la hipoteca, puesto que no está todo correcto en el registro. Pues bien, eso fue lo que le pasó a Drago Capital. Había presentado la mejor oferta por los tres edificios del lote en el que se encontraban las que hoy son las oficinas de Naturgy. Había hecho todo el papeleo y ya casi lo tenía… pero los bancos denegaron la hipoteca.
Y ahí entró Ecke Inmobilien, un fondo suizo que puso en efectivo el dinero para comprar los tres edificios del lote. Por alguna extraña razón, Naturgy no informó del nombre de este fondo en sus notas de prensa, simplemente se referían a él como “Inversor Institucional”. Es muy difícil ocultar secretos en el sector inmobiliario y rápidamente se desveló que el arrendador es Grosvenor Europe.
El compromiso, como dijimos antes, es que Naturgy se tenía que quedar de inquilino en el edificio. Ahora, con el traslado y la reforma, el Barrio de Guindalera tendrá “nuevo” edificio y nuevos vecinos.
Fotos de la sede de Naturgy
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